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JC Vance, un "hipster" católico hacia la vicepresidencia de los Estados Unidos

JC Vance, un «hipster» católico hacia la vicepresidencia de los Estados UnidosAFP

El catolicismo, de moda entre los «hipsters», según 'The Times'

Ser creyente es contracultural, asegura el diario británico, que reconoce cómo la Iglesia «tradicional» crece mientras colapsa la que «se doblega al cambio social»

Hipster: dícese de una cultura o tribu urbana que se caracteriza por adoptar un estilo de vida con gustos e intereses asociados a lo vintage, lo alternativo y lo independiente, mostrándose contrarios a las convenciones sociales y los valores de la cultura comercial predominante (el mainstream), en favor de las culturas populares locales.

Una vez aclarado el concepto –aunque la definición no deja de ser algo farragosa–, vamos al caso: el diario británico The Times considera que, hoy en día, lo hipster (esto es, lo contracultural, lo diferente, lo contracorriente, lo cool, lo trendy) es ser católico. Lo afirma uno de sus columnistas estrella, James Marriott, en un artículo publicado el pasado 18 de julio titulado JD Vance shows the future of Christianity (JD Vance muestra el futuro del cristianismo).

La elección del católico JD Vance como número dos en la carrera presidencial de Donald Trump le sirve al columnista del rotativo británico para subrayar la importancia que juega el catolicismo en la vida del político republicano. «Pasar por alto la fe de Vance como otro americanismo desconcertante más es perderse 20 años de cambio social», subraya Marriott. El número dos de Trump –«el primer milenial en aparecer en una candidatura presidencial estadounidense»– «pertenece a la primera generación en la historia de los Estados Unidos para la cual la asistencia a la iglesia es una anomalía, no la norma», observa el columnista, quien añade que Vance concibe sus creencias religiosas «como una forma de disidencia, un rechazo a una élite liberal espiritualmente vacía». «Sospecho que la fe contracultural de Vance es un atisbo del futuro del cristianismo en Occidente», vaticina Marriott.

Panderetas y lenguaje inclusivo

Y es que, el futuro de la Iglesia, para The Times, no pasa por «el catolicismo 'modernizador' de panderetas, bandas de adoración y lenguaje inclusivo», ya que esa forma de vivir la fe «es patrimonio de sacerdotes envejecidos que alcanzaron la mayoría de edad en los años 70». Es, a juicio del periódico británico, exactamente lo contrario: «Mientras las congregaciones liberales se reducen, las iglesias tradicionales se mantienen estables o crecen». «Irónicamente, las formas de cristianismo que se desvanecen más rápidamente son aquellas que se han adaptado más concienzudamente a las costumbres del siglo XXI», apostilla. «Mientras tanto, el movimiento tradi que valora las partes de la fe que tienden a avergonzar a los creyentes liberales —velos, latín, veneración de reliquias— está disfrutando de una moda entre los hipsters metropolitanos», agrega el columnista. «El club más de moda de Nueva York es la Iglesia católica», prosigue, citando un titular que apareció hace un par de años en The New York Times.

El columnista mete el dedo en la llaga de la realidad de la Iglesia anglicana, originaria de su país: «La Iglesia de Inglaterra debería atraer a los jóvenes liberales mejor que casi cualquier otra denominación: bendice las uniones homosexuales, ordena mujeres y se preocupa por la diversidad. Al igual que muchos no creyentes, esta es la tradición cristiana por la que yo siento más simpatía instintiva», reconoce Marriott. «Su tolerancia, falta de dogmatismo y disposición a doblegarse al cambio social me parecen infinitamente más agradables que el conservadurismo cristiano de línea dura de Vance», prosigue. Sin embargo, el columnista británico hace un alarde de sinceridad al reconocer que «incluso yo puedo ver que inspirar el cariño de los ateos es una estrategia de crecimiento dudosa. Solo el 3% de los menores de 25 años son anglicanos».

Lo «progresista» no funciona

«De manera similar, el escritor católico Dan Hitchens señala que la Iglesia Reformada Unida, impecablemente progresista (ofrece servicios presididos por una 'teóloga práctica feminista' con un enfoque en 'elevar a las mujeres y comunidades étnicas minoritarias'), está colapsando más rápido que cualquier otra denominación», apunta Marriott. «Las iglesias más dinámicas de Gran Bretaña son congregaciones evangélicas cuyos valores morales conservadores están directamente en desacuerdo con el consenso liberal», señala.

Marriott concluye señalando que «el Papa Benedicto XVI profetizó una vez que los católicos occidentales estaban destinados a convertirse en una 'minoría creativa' en desacuerdo con la corriente principal». «Era una visión que algunos denunciaron como reaccionaria y pesimista», señala el columnista. Sin embargo, «es la estrategia de supervivencia más probable. Vance representa este cristianismo: marginal pero distintivo y, para bien o para mal, sorprendentemente influyente», reconoce.

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