Fundado en 1910

San Cayetano de Thiene

San Cayetano: el santo que combatió a los protestantes con su predicación

Se cumplen 500 años de la fundación de los teatinos, una orden que nació en una época turbulenta en la Iglesia pero que luchó por mantener la unidad de sus miembros

muchos conocen a san Cayetano por ser el patrón del pan y del trabajo, no obstante, este santo italiano, cuya fiesta se celebra el 7 de agosto de cada año, influyó profundamente en una época marcada por la reforma del hombre más polémico del siglo XVI: Martín Lutero.

Cinco siglos después de su muerte, la Santa Sede ha reconocido el impacto duradero de san Cayetano y su orden. Así, el 14 de septiembre de 2023, día de la fundación de la orden, se concedió la indulgencia plenaria a todas las iglesias regidas por los teatinos, como parte de las celebraciones del 500 aniversario de su fundación, que durarán hasta el 14 de septiembre de este mismo año.

Propósito de vida: buscar siempre la unidad

Cayetano de Thiene, nacido en 1480 en una familia noble italiana, vivió en un periodo de profundas divisiones sociales, políticas y eclesiásticas. Como coetáneo de figuras como Martín Lutero y los príncipes alemanes, san Cayetano fue testigo de la creciente tensión dentro de la Iglesia católica. Su respuesta a estas crisis fue buscar siempre la unión y la comunión, promoviendo un modelo basado en la vida de los apóstoles. Cayetano se doctoró en derecho civil y canónico, y trabajó al servicio del papa Julio II, desde donde presenció de primera mano los problemas internos de la Iglesia.

Martín Lutero, quemando públicamente la bula condenatoria de León X

Su convicción de que la Iglesia necesitaba una reforma, pero que lo primero que había que hacer «es reformarse uno a sí mismo», le llevó a fundar la orden de los Clérigos Regulares teatinos en 1524, que presentó una gran novedad: establecer un grupo de sacerdotes que, bajo una regla común, vivieran en comunidad y predicaran el Evangelio. Esto fue algo totalmente radical para una época en la que los sacerdotes rara vez predicaban, ya que se limitaban a impartir sacramentos, y no convivían juntos, puesto que solo los monjes y religiosos vivían en comunidades monásticas.

San Cayetano fue pionero en la formación sacerdotal, un tema que abordó incluso antes de que los seminarios se formalizaran en el Concilio de Trento. Fundó varios locales con imprentas para difundir la devoción por la eucaristía y la comunión periódica, idea totalmente revolucionaria en un periodo en el que los fieles comulgaban una vez al año, anticipando así muchas prácticas espirituales que ahora se consideran normales. A través de estos escritos, se esforzó en contrarrestar las ideas protestantes, especialmente la que tomó más fuerza en su momento: la negación de la presencia real de Cristo en la eucaristía.

«Costumbres muy teatinas»

Cayetano fue ordenado sacerdote el 30 de septiembre de 1516, en Roma. Era tal su devoción por la eucaristía, que se preparó durante tres meses para celebrar su primera misa, que tuvo lugar el 25 diciembre de ese año. Se cuenta que en esa noche de Navidad, la Virgen se le apareció para darle al Niño Jesús en brazos, por esto siempre se le representa con Él.

La dedicación de San Cayetano a difundir una renovación espiritual y a enfatizar la vida apostólica inspiró a muchos, incluyendo a la santa española Teresa de Jesús, quien explicaba a sus monjas: «Quiero de vosotras costumbres muy teatinas». La palabra 'teatinos' fue un sinónimo de 'reformados', según lo que apuntó el Concilio de Trento, porque fueron los teatinos los que pusieron en práctica aquellas reformas.

A lo largo de los siglos, los teatinos se expandieron y llegaron a ser una presencia notable en Italia y otros países, donde incluso uno de sus cofundadores, Juan Pedro Carafa, llegó a ser elegido Papa en 1555, bajo el nombre de Paulo IV. Durante el siglo XVIII, era difícil encontrar una diócesis italiana sin un obispo teatino, lo que reflejó la influencia de la orden que, sin embargo, comenzó a menguar en número a medida que sus miembros debían abandonar la orden cuando eran ordenados obispos.

El Papa Paulo IV

Ahora, 500 años después

Cuando san Cayetano enfermó gravemente, los médicos aconsejaron que colocara en su cama, hecha de tablas, un colchón de lana. Pero el santo se negó diciendo: «Mi salvador murió en la Cruz; dejadme pues morir también sobre un madero». Falleció así el 7 de agosto de 1547.