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La Real Banda de Gaitas de la Diputación de Orense ultima sus preparativosDiócesis de Orense

Último ensayo de los gaiteros de Orense antes de tocar en el Vaticano

La Real Banda de Gaitas de la Diputación interpretará la obra inédita «Mártires de Damasco» el domingo durante la canonización del beato orensano Juan Jacobo Fernández

Mañana viernes partirá hacia Roma un nutrido grupo de orensanos para participar el domingo en la canonización de los conocidos como «mártires de Damasco», once cristianos que fueron asesinados por odio a la fe en 1860 en la capital siria. De ellos, siete eran franciscanos españoles, y uno de ellos, el beato Juan Jacobo Fernández, había nacido en Moire, una aldea de Santa María de Carballeda (Piñor de Cea, Orense).

La Real Banda de Gaitas de la Diputación orensana integra la comitiva, y el domingo tocará en el Vaticano durante la ceremonia de canonización que presidirá el Papa Francisco. Para la ocasión interpretará la obra inédita «Mártires de Damasco», de la que en la mañana de este jueves han tenido el último ensayo antes de partir hacia la capital italiana.

El cartel oficial de los Mártires de Damasco

El diputado provincial Rosendo Fernández destacó hace unos días la trayectoria artística de la Real Banda, que ha estado presente «en numerosos momentos importantes de la historia en diferentes países de el mundo» y, de nuevo, la provincia contará con «el mejor embajador posible» en este acto de canonización.

El obispo de la diócesis gallega, monseñor Lemos Montanet, también definió a la Banda como el «buque insignia de nuestra provincia» y expresó su «satisfacción» por contar «en el ámbito de los santos , otro intercesor de esta diócesis».

Los Mártires de Damasco eran el padre Manuel Ruiz (San Martín de las Ollas, Burgos, 1804), y otros siete religiosos franciscanos, todos ellos españoles menos uno: Carmelo Bolta (Real de Gandía, Valencia, 1803); Nicanor Ascanio (Villarejo, Madrid, 1814); Nicolás María Alberca (Aguilar de la Frontera, Córdoba, 1830); Pedro Nolasco Soler (Lorca, Murcia, 1827); Francisco Piñazo Peñalver (Alpuente, Valencia, 1812) y Juan Jacobo Fernández (Carballeda, Orense, 1808), además del austríaco Engelberto Kolland y tres seglares maronitas, los hermanos Massabki: Francisco, casado y padre de familia, comerciante; Abd-el-Mooti, también casado y padre de familia, profesor en el colegio francisano de Damasco; y Rafael, soltero y sacristán de la iglesia franciscana en Damasco.

Todos fueron asesinados junto a otros muchos cristianos. El padre Manuel, que había acudido a la iglesia a vaciar el sagrario, fue obligado a colocar su cabeza sobre el altar y así fue decapitado. Su cuerpo pudo ser recuperado por los cristianos supervivientes doce días después de la masacre.