El obispo de Huelva señala que «es inútil» recurrir al Gobierno para garantizar la libertad religiosa

El obispo de Huelva, monseñor Santiago Gómez Sierra, considera que «recurrir a la autoridad para que proteja los sentimientos religiosos es inútil, cuando, en nuestro país, esa misma autoridad parece plantearse la revisión de este derecho». Así lo ha afirmado durante la misa que celebró ayer domingo con motivo de la festividad de San Sebastián, patrón de la ciudad, al que puso como modelo que «nos enseña a no rehuir el combate de la fe».

El prelado lamentó la proliferación de actos en los que «se convierten en objeto de burla las imágenes y signos cristianos», como «la inauguración de los Juegos Olímpicos de París», «la chanza del fin de año en la RTVE sobre el Corazón de Jesús, o el cartel sacrílego y grosero de las fiestas de San Sebastián en Palma de Mallorca», ha desgranado. «Así se hieren profundamente los sentimientos humanos y religiosos de millones de mujeres y hombres cristianos», denuncia monseñor Gómez Sierra. «Recurrir a la autoridad para que proteja los sentimientos religiosos es inútil, cuando, en nuestro país esa misma autoridad parece plantearse la revisión de este derecho», observa el prelado onubense. «Sin embargo, nuestra respuesta como cristianos no puede dejar de proclamar la dignidad de la persona, que incluye también el máximo respeto a sus convicciones religiosas», agrega.

Según el obispo de Huelva, «hoy, también, como en los primeros siglos, el cristianismo es la religión más perseguida en el mundo». «En 78 países, 380 millones de cristianos enfrentan persecuciones y discriminaciones diariamente», ha recordado, para proseguir enumerando «los 10 países donde la persecución es más dura, donde los cristianos arriesgan su vida y sus bienes por mantener su fe, que son: Corea del Norte, Somalia, Yemen, Libia, Sudán, Eritrea, Nigeria, Pakistán, Irán y Afganistán».

Para monseñor Gómez Sierra, «la vida cristiana siempre está sometida a la prueba», y el cristiano debe defender «esta forma de vida con coherencia, sin someterse a la corrección política ni a las presiones ideológicas de turno». «El mártir San Sebastián nos enseña a no rehuir el combate de la fe. Hoy para los cristianos es inexcusable dar la cara en algunos frentes, hay 'valores no negociables', como son: el respeto y la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural, la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas», ha concluido.