
Los restos mortales de Ismael de Tomelloso fueron bendecidos en el nuevo emplazamiento
«El primer soldado republicano santo» ya descansa en una iglesia
Ismael de Tomelloso, prisionero del ejército nacional, falleció de tuberculosis en 1937
En la mañana de este jueves, el cementerio de Tomelloso (Ciudad Real) ha sido el escenario de una singular exhumación. El Tribunal eclesiástico de la diócesis manchega, junto a numerosos testigos nombrados por el mismo tribunal, ha presenciado la exhumación de los restos mortales de Ismael Molinero Novillo, conocido como Ismael de Tomelloso. El acto ha comenzado con un momento de oración y con el juramento de todos los testigos y operarios convocados.
Los restos pertenecen al joven vecino de la localidad que fue movilizado el 18 de septiembre de 1937 por el ejército republicano, con la denominada Quinta del biberón. Fue destinado a la terrible batalla de Teruel, donde fue hecho prisionero y trasladado al campo de reclusión de Santa Eulalia del Campo, donde comenzó el misterioso sacrificio de su silencio porque, pudiendo haber sido liberado como miembro de Acción Católica, no lo hizo valer, soportando toda clase de sufrimientos hasta que, viéndose próximo a la muerte, rompió el silencio para pedir la confesión y la comunión, declarando al capellán de la prisión su vocación de sacerdote.

Los operarios comprueban los restos de Ismael de Tomelloso
Los restos mortales de Ismael de Tomelloso se han trasladado en la mañana de este jueves a la iglesia parroquial de La Asunción de Nuestra Señora de Tomelloso. Allí, sus restos óseos han sido examinados por un médico. Posteriormente han sido de nuevo inhumados en un nicho preparado y bendecido en una de las paredes del templo parroquial.
La causa de Ismael de Tomelloso sigue abierta
El pasado 23 de mayo de 2024, el papa Francisco autorizó al Dicasterio de las Causas de los Santos la promulgación del decreto relativo a las virtudes heroicas del siervo de Dios Ismael Molinero Novillo. Nació en la localidad manchega el 1 de mayo de 1917 y falleció en plena contienda civil en Zaragoza el 5 de mayo de 1938.Fue un joven alegre, simpático y divertido, que tocaba la guitarra, el laúd y la bandurria, siendo imprescindible en todas las fiestas que celebraban los jóvenes y las pandillas de su pueblo, y así continuó durante el tiempo que permaneció en el frente.
Cuando murió, su tumba en el cementerio de Torrero, en Zaragoza, fue objeto de peregrinaciones constantes por su fama de santidad y fue honrada y cuidada por jóvenes de Acción Católica hasta el 13 de mayo de 1950, fiesta de la Virgen de Fátima, que sus restos fueron exhumados y venerados devotamente en el traslado a su paso por Madrid, Alcázar de San Juan, el Romeral y Argamasilla de Alba, hasta Tomelloso, donde reposaron en un panteón erigido por suscripción popular.
Su fama de santidad fue celebrada con gran devoción en toda clase de manifestaciones, homenajes, peregrinaciones, actos multitudinarios que se convocaron espontáneamente en diversos lugares de España, pero merecen especial atención el celebrado en Zaragoza en 1940, y en Tomelloso el 20 de mayo de 1956, donde se rindió un homenaje de la Acción Católica con motivo del VII Día del Joven, que también fue dedicado al Santo Padre Pío XII en su 80 cumpleaños. A partir de esta fecha se hizo un silencio misterioso sobre la vida de Ismael.