Fundado en 1910
Sebastian Schuff, a la izquierda, en su intervención en el Católicos y Vida Pública

Sebastian Schuff, a la izquierda, en su intervención en el Católicos y Vida PúblicaACdP

Entrevista con Sebastián Schuff, en el Efecto avestruz

«Los católicos no podemos 'bautizar' la Agenda 2030»

El presidente de 'Global Center for Human Rights', Sebastián Schuff, defiende que «El catolicismo nunca creció ni se hizo fuerte negociando con los poderes del mundo»

Con sede en Washington, el Global Center for Human Rights es una de las principales organizaciones no gubernamentales capaces de fiscalizar y analizar el trabajo de los más importantes organismos internacionales. De hecho, se presenta como una entidad que, «a través de estrategia, formación y defensa, trabaja para construir y consolidar una nueva generación de tomadores de decisiones, dispuestos a defender la vida, la familia, la libertad religiosa y la democracia».

Su presidente, el argentino Sebastián Schuff, lleva años en el activismo político como abogado especialista en Derecho internacional y Derechos Humanos, y por eso no le tiembla la voz cuando denuncia que hoy «existen organismos internacionales, como la ONU, la OEA y la Unión Europea, que fueron creados para promover la paz, la seguridad, la prosperidad, la democracia, el desarrollo y los Derechos Humanos», y que «no han cumplido sus objetivos principales pero sí se han vuelto muy eficientes en la propagación y diseminación de una agenda radicalmente agresiva y contracultural».

En una entrevista concedida a Efecto Avestruz, el programa de entrevistas emitido en el canal de YouTube de la Asociación Católica de Propagandistas, Schuff denuncia el intento de este tipo de organismos supranacionales de imponer «una visión antropológica distorsionada, que sostiene la ideología de género como base de la persona humana, el derecho al aborto como un derecho universal humano sagrado irrestricto y la restricción de la libertad religiosa», que encuentra en la Agenda 2030 su máximo ariete.

Quebrar la soberanía nacional

En particular, el presidente del Global Center for Human Rights destaca cómo «en la mayoría de los países de Hispanoamérica, del Caribe y África, la gente tiene valores y una fe arraigada, y no quieren saber nada de temas de aborto». Por ese motivo, los promotores de esa agenda radical utilizan lobbies de presión «para saltarse a los parlamentos nacionales, donde cada vez que llevaban estos temas, fracasaban».

Schuff denuncia cómo, a través de «estrategias manipuladoras» del lenguaje y presentando «metas utópicas» imposibles de rechazar, los promotores de la Agenda 2030 están intentando chantajear a los países de Hispanoamérica, que sólo encuentran hoy una voz discordante en las enseñanzas de la Iglesia.

«El catolicismo nunca creció ni se hizo fuerte negociando con los poderes del mundo, o tomando sólo las cosas buenas que están en ciertas doctrinas, sino que se ha fortalecido cuando frontalmente dice la verdad; el catolicismo sólo atrae por decir la verdad», explica. Por eso, reclama no «tratar de ‘bautizar’ una agenda que está mal parida, y que tiene intrínsecamente esas semillas del mal», sino «decir la verdad acerca de lo que pasa».