¿Somos los católicos idólatras por venerar imágenes de vírgenes y santos?
Desde que Lutero se rebeló contra la Iglesia, se acusa a la Iglesia católica de idólatra por dar el culto que se merecen la Madre de Dios y el resto de los santos
Según el catecismo de la Iglesia Católica el primer mandamiento prohíbe expresamente la idolatría, que consiste en colocar a la criatura en el trono del Creador, en otras palabras, es «divinizar lo que no es Dios». Es decir, «hay idolatría desde el momento en que el hombre honra y reverencia a una criatura en lugar de Dios».
Las iglesias reformadas interpretan este primer mandamiento de forma que la veneración a los santos y a la virgen e incluso la representación de cristo como una idolatría.
Pero no se trata de idolatría porque representar a los santos no es más que realizar una imagen que nos recuerdan quienes fueron, su vida; es decir, son símbolos.
Son imágenes que asociamos, que representan, a estas personas, de la misma manera que guardamos fotos o retratos de seres queridos y no por ello las estamos adorando.
La veneración a los santos representados en imágenes que ampara la iglesia católica no es de dar culto al material, como quien adora una estatua. Se trata de venerar y dar culto al santo que en esa imagen se representa y que goza ya en el cielo y al que podemos pedir que interceda por nosotros.
En este sentido, Santo Tomás en su Suma Teologal indica que «el culto de la religión no se dirige a las imágenes en sí mismas como realidades, sino que las mira bajo su aspecto propio de imágenes que nos conducen a Dios encarnado. Ahora bien, el movimiento que se dirige a la imagen en cuanto tal, no se detiene en ella, sino que tiende a la realidad de la que es imagen».
Veneración, no adoración
Otra razón por la que no supone una idolatría es que los católicos no adoramos ni a la virgen ni a los santos, a ellos les debemos veneración y culto. La adoración es merecida sólo por Dios.
Los términos propios para definir estos cultos son:
- Latría: Reverencia, culto y adoración que solo se debe a Dios.
- Hiperdulía: Culto y veneración a la Virgen; que consiste en el homenaje externo de respeto y amor en particular a la Virgen María como Madre de Dios y suprema intercesora.
- Dulía: Es el culto y la veneración a los ángeles y a los santos; es decir, el homenaje externo de respeto y amor que se tributa al resto de santos y a los ángeles que también pueden interceder por nosotros.
- Protodulía: Consiste en dar culto y veneración a san José como padre adoptivo de Jesucristo.