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Hirsi Ali: «Sólo la sociedad civil, no los líderes políticos, va a estar a la altura del problema del Islam»

Recién convertida al cristianismo, ex islamista y ex atea, la activista somalí Ayaan Hirsi Ali respondió a El Debate antes de pronunciar la ponencia inaugural del Congreso Católicos y Vida Pública

Su voz crítica con el Islam, en el que fue educada, le ha valido a la activista y escritora Ayaan Hirsi Ali vivir desde hace décadas bajo una constante amenaza de muerte. Sin embargo, su voz no tiembla a la hora de defender con una abrumadora fuerza sus convicciones personales que hoy se enraízan en su fe cristiana.

Nacida en 1969 en Mogadiscio, Somalia, con cinco años sufrió la mutilación genital femenina por parte de su propia abuela. A los 22 años huyó a los Países Bajos, donde obtuvo asilo y la ciudadanía neerlandesa, para evitar un matrimonio forzado, en el que sus padres querían casarla con un primo al que ni siquiera conocía.

Esa llegada a Europa le permitió declararse atea y convertirse en una destacada defensora de los derechos de las mujeres en las sociedades islámicas, escribir varios libros, como Reformemos el islam o Presa, y coescribir el cortometraje Submission junto al director Theo van Gogh, que fue asesinado por un islamista en 2004 a causa del contenido del filme.

En 2023, ya desde su actual residencia en Estados Unidos, anunció su conversión al cristianismo, al que define como la única alternativa a la actual «guerra de civilizaciones» y «al vacío nihilista». Temas que abordó también para El Debate, justo antes de pronunciar la ponencia inaugural del Congreso Católicos y Vida Pública.

- Usted ha sido muy crítica con el islam, del que asegura que «no es una religión de paz» y que sólo es pacífico cuando los musulmanes son una minoría social, porque cuando son mayoritarios, se convierten en un peligro para la libertad. ¿Cree que los líderes europeos son conscientes de esta realidad en torno a los inmigrantes que provienen de países musulmanes, que no la comparten, o que no les importa que esto ocurra?

- Yo veo tres tipos diferentes de líderes europeos. Hay un primer tipo de líder europeo que ve la amenaza del Islam, pero piensa que es insignificante porque, según este líder, los occidentales somos materialmente superiores, tenemos un poder económico y militar superior, y si unimos nuestros poderes, podríamos derrotar al Islam radical. Este tipo de líder europeo ve al Islam radical y político como un grupo pequeño y, como mucho, los ve como una molestia.

Ayaan Hirsi Ali en su intervención en el CEU San PabloMiguel Pérez

- ¿Cuáles son los otros dos tipos de líderes europeos ante el Islam?

- Hay un segundo líder que aprecia la magnitud del problema pero que aún no ha decidido cómo afrontarlo, cómo manejarlo. Y, por eso, vive en un estado de disonancia cognitiva. Habla de mantener conversaciones y diálogos, e intenta abordarlo con ese antiguo estilo europeo de convencernos a nosotros mismos de algo para salir del problema. Y, por último, veo a un tercer tipo de líder europeo, que se da cuenta del problema que supone el Islam, ve su peligro para nuestras sociedades y hace campaña en las democracias europeas: alerta de que tenemos un problema, pide que cerremos las fronteras, que aislemos a los musulmanes, que recuperemos la idea europea de la ciudadanía. Este tipo de líder es el que ahora mismo está aumentando: en Italia, con Meloni, en Holanda, con Wilders, en Francia, en Alemania, aunque allí el escenario es más complejo debido a su historia… Sin embargo, estos líderes se encuentran con la oposición de la clase dirigente y de los otros dos grupos de líderes.

- Hay diferencia en la situación de Europa y de Estados Unidos en este aspecto…

- En Europa la situación no es como en Estados Unidos, donde se pueden celebrar elecciones como las que tuvimos hace unos días, que cambian el poder por completo, y en las que un grupo de nuevos dirigentes puede llegar y otro ser expulsado de su cargo para lograr una verdadera transformación. Eso no existe en Europa, porque nuestros sistemas políticos están organizados de manera diferente, y ni siquiera los países miembros de la UE tienen poder sobre sus propias políticas nacionales.

- ¿Y qué escenario ve para el futuro?

- En esta situación, creo que el liderazgo europeo para enfrentarse al problema del Islam tiene que provenir de la sociedad civil: de las escuelas, de las iglesias, de los periódicos… Solo la sociedad civil europea va a estar a la altura de las circunstancias. Y es de esperar que eso obligue a los líderes políticos a tomar las medidas necesarias. Tenemos que renunciar a la multiculturalidad y traer de vuelta una cristiandad verdadera, que reviva el mensaje auténtico de Jesucristo.

- Se ha convertido al cristianismo porque, dice, es el único medio para detener la deriva de las ideologías actuales, sostenidas sobre el marxismo cultural y el ateísmo materialista. Pero esa única razón podría convertir el cristianismo en una ideología más, en una especie de movimiento social, en lugar de ser una relación personal con Dios. ¿Ha tenido usted un encuentro personal con Jesucristo, vivo y resucitado?

- Esta pregunta me resulta muy fácil de responder porque, de hecho, la respondo en un libro en el que estoy trabajando ahora. Es un libro en el que describo en detalle cómo fue mi conversión y lo que experimenté exactamente. Porque sí he tenido ese encuentro, que fue experiencial, y en él me di cuenta de que, en cierto modo, había encontrado la Verdad en mi vida. En mi vida personal, encuentro que el cristianismo y las enseñanzas de Cristo son enriquecedores y, en muchos sentidos, bastante liberadores. Siento una sensación de paz. Así que estoy muy feliz como cristiano y no he encontrado nada que me desanime.