Así sería san Nicolás (Papá Noel) según la ciencia: recrean su rostro por ordenador

San Nicolás fue amigo y protector de los niños. Como obispo de Myra (hoy Turquía), fue encarcelado en uno de los peores momentos de la persecución del imperio romano contra los cristianos. Durante toda su vida, su generosidad le hizo ganarse el favor de su gente y a su muerte, su fama de santidad provocó oleadas de devoción.

Su figura se hizo popular durante la Edad Media. Ya existía una iglesia en el lugar donde reposaban sus restos desde que el cristianismo se convirtió en religión oficial del imperio, pero fue después cuando comenzaron a circular las noticias de su buen hacer y algunos milagros acontecidos durante su vida. Cuenta la leyenda que san Nicolás rescató a tres jóvenes de ser convertidas en esclavas, entrándoles un saco de oro a cada una para la dote matrimonial que su padre no podía pagar. Otra de las historias populares sobre el santo narra que resucitó a tres niños que habían muerto tras caer de un árbol.

El obispo turco no bajó por una chimenea ni dejó las monedas para estas chicas en un calcetín colgado en una chimenea, ni tampoco iba vestido de rojo. Su vida y milagros le convirtieron en el ayudante del Niño Jesús, con quien repartía regalos que habían pedido los niños la noche del 25 de diciembre. No obstante, no pasó mucho tiempo hasta que se cambiaran los papeles.

También conocido como Nicolás de Bari, la figura que inspiró a Papá Noel, ha vuelto a la vida gracias a un diseñador 3D que ha calculado por ordenador cómo habría sido su rostro. Después de haber recreado digitalmente personajes como san Vicente de Paúl, santa Catalina de Génova o san Antonio de Padua, el diseñador gráfico brasileño Cícero Moraes ha plasmado cómo habría sido el rostro de santa Claus.

Para plasmarlo con total fidelidad, el diseñador y sus colaboradores, el dentista Thiago Beaini y el doctor José Luis Lira, solicitaron al Centro Studi Nicolaiani las medidas de la estructura ósea del santo, información que había sido recopilada durante la década de 1950 durante los trabajos de restauración de la cripta de la basílica de san Nicolás de Bari (Italia), donde se conservan sus restos.

Así, gracias a la reconstrucción facial forense, el equipo pudo reconstruir de manera tridimensional la faz del obispo enterrado en Italia. El primer paso fue diseñar su cráneo en tres dimensiones y luego, trazaron el perfil de su cara empleando proyecciones estadísticas. «El cráneo tiene un aspecto muy robusto, generando un rostro fuerte, pues sus dimensiones en el eje horizontal son mayores que el promedio», explica Moraes, quien después añadió la espesa barba y confiesa que así «recuerda mucho a al figura que tenemos en mente cuando pensamos en Papá Noel».