Los obispos de EE.UU. denuncian las leyes trans y abortistas de la era Biden
La Conferencia Episcopal de Estados Unidos ha difundido un comunicado en el que enumera «las normas abiertamente anticatólicas del Departamento de Salud norteamericano
La administración Biden está siendo una piedra de toque para el catolicismo norteamericano; tanto, que la Conferencia Episcopal ha inaugurado una web para denunciar la lista de leyes que el gobierno demócrata ha impulsado o está en trámite de impulsar.
Desde www.usccb.org/do-no-harm, el Comité de Asuntos Provida de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos ha difundido un comunicado en el que enumera «las normas abiertamente anticatólicas del Departamento de Salud norteamericano», como forzar a los sanitarios a practicar abortos contra su voluntad o con el riesgo de perder su empleo.
Entre las leyes, muchas en trámite, los obispos norteamericanos señalan:
- Obligar a los médicos a mutilar órganos sanos, de forma irrecuperable en cirugías de cambios de sexo y obligar a las entidades católicas y religiosas a pagar por ello en seguros de salud.
- Desproteger la objeción de conciencia de los sanitarios.
- Obligar a entidades religiosas a pagar por los servicios anticonceptivos en seguros, aun yendo en contra de la ética católica.
- Adoctrinamiento en las escuelas sobre la ideología de género, la concepción de «identidad de género» y los conceptos, ideológicamente manipulados, sobre orientación sexual.
- Discriminación de las convicciones religiosas en los servicios sociales.
- Suprimir en campus universitarios a los grupos que se basen en la fe o religión.
- Secularizar las oenegés de ideario religioso.
No podemos hacer lo que nuestra fe nos prohíbe. Objetamos a los procedimientos dañinos, no a los pacientes
Los obispos denuncian que «estas regulaciones llegan desde varios departamentos del Gobierno, incluyendo el de Sanidad, el de Justicia y el de Educación».
La Iglesia y la salud
Los obispos recuerdan que los católicos siempre han trabajado por la salud, a través de hospitales, asociaciones e investigaciones científicas, y que las entidades católicas en EE.UU. son «el mayor proveedor de servicios sanitarios del país», «por el mandato y el ejemplo de Cristo, que cuidaba enfermos y ordenaba cuidarlos».
«Los servicios de salud católicos servirán a cualquier persona, de cualquier raza, sexo, sistema de creencias u otra característica. Ofrecerán el mismo cuidado excelente en un hospital católico a todos los pacientes, incluso a los que se identifiquen como transgénero, sea por un hueso roto o un cáncer. Pero no podemos hacer lo que nuestra fe nos prohíbe. Objetamos a los procedimientos dañinos, no a los pacientes», señalan los obispos norteamericanos.
La conclusión de los obispos es clara: «Esto es una violación de la libertad religiosa y es mala medicina».
La nota de los obispos está firmada por el responsable del Comité de Actividades Provida , que es el arzobispo William E. Lori de Baltimore. También lo hace el arzobispo Paul S. Coakley de Oklahoma City, el arzobispo Salvatore J. Cordileone de San Francisco y el cardenal Timothy M. Dolan, arzobispo de Nueva York.
Mientras tanto, Biden anuncia aún más iniciativas abortistas por parte de su equipo. La Casa Blanca acaba de anunciar que el fiscal general Merrick Garland, la fiscal general asociada Vanita Gupta, el consejero de la Casa Blanca Stuart Delery y el marido de la vicepresidenta, Doug Emhoff, se reunirán con expertos abogados, activistas y empresarios abortistas para facilitar el aborto en aquellos estados donde se está dificultando su práctica.