Obispos de Sudamérica se solidarizan con los católicos perseguidos de Nicaragua

Desde 2018 Nicaragua vive una crisis social que ha provocado violencia contra el pueblo que no aprueba las medidas sandinistas. Esa violencia se ha cebado especialmente con las voces discordantes de la Iglesia Católica, que no han dudado en plantar cara a las políticas del gobierno Ortega-Murillo.

En este contexto de persecución, han sido ya varios los obispos iberoamericanos que se han pronunciado en contra del gobierno sandinista.

Obispos de Brasil

Los obispos brasileños han abierto su carta con unas palabras de san Pablo, muy acordes a la situación: «Si un miembro del cuerpo sufre, todo el cuerpo sufre igualmente» (1 Cor 12,26); en referencia al cuerpo místico de cristo del que toda la Iglesia forma parte, los obispos han mostrado su sufrimiento por la situación de la Iglesia nicaragüense.

«Nosotros, obispos de Brasil, acompañamos con tristeza y preocupación los acontecimientos que han marcado la vida de la Iglesia. Nos sentimos profundamente unidos a los hermanos obispos y a todo el pueblo nicaragüense»

La carta enviada al presidente de la Conferencia Episcopal Nicaragüense, Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, está firmada por el presidente del Episcopado y arzobispo de Belo Horizonte, Walmor Oliveira de Azevedo y otros tres obispos brasileños.

Obispos ecuatorianos

Al igual que sus homónimos brasileños, los obispos de Ecuador han enviado una nota de solidaridad al presidente de la Conferencia Episcopal nicaragüense. En ella han expresado su solidaridad con los católicos nicaragüenses que «sufren la más dura persecución y represión por su fidelidad al Evangelio de la vida, de la libertad, de la justicia y de la paz».

Así mismo, han condenado el arresto domiciliario que sufre el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez junto a otras cinco personas en el palacio episcopal. También han dirigido unas palabras contra la decisión de cerrar ocho emisoras de radio católicas y cancelar las televisiones de la Iglesia.

Además, los prelados ecuatorianos han manifestado su convicción «de que el Señor de la historia continuará acompañando y sosteniendo su labor profética y pastoral en medio de un pueblo que clama por el respeto y la defensa de sus derechos humanos fundamentales».

La carta está firmada por Luis Cabrera, Arzobispo de Guayaquil y Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, en nombre de todos los obispos del Ecuador.

Obispo hondureño

El cardenal y arzobispo de Tegucigalpa, Oscar Rodríguez Maradiaga, condenó en una misa el domingo 14 de agosto la situación que vive Nicaragua calificándola de «guerra callada que están haciendo para perseguir a Jesús en su Iglesia en la hermana nación de Nicaragua, ese no es el fuego que Jesús ha venido a traer».

El cardenal hondureño es uno de los colaboradores más cercanos del Papa Francisco, miembro del consejo de cardenales que le asiste; lo que podría suponer un paso hacia la condena pública del Papa al gobierno de Ortega.