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Fernando Ernando Ocáriz inaugura un foro con más de 70 iniciativas sociales inspiradas por San Josemaría

El Opus Dei anima a «revitalizar el servicio a los necesitados» de cara a su centenario

El prelado del Opus Dei ha subrayado que las distintas iniciativas sociales que se desarrollan en la Iglesia «van más allá de la solidaridad humana, ya que el cristianismo nos da algo más elevado, que es la caridad»

El prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz, ha animado en Roma a «revitalizar el servicio a los más necesitados» como uno de los objetivos de cara al centenario del Opus Dei, en 2028. Lo ha afirmado en un encuentro denominado Be To Care ante representantes de más de 70 iniciativas de cooperación, ayuda y desarrollo en 30 países, animadas por el espíritu de san Josemaría Escrivá.

La alegría de la caridad

En un foro que partía con la celebración de los veinte años de la ONG Harambee Africa, creada para incentivar la solidaridad y ayuda en ese continente, Ocáriz ha recordado el trabajo del fundador del Opus Dei en los hospitales de infecciosos de la periferia de Madrid, en los años 30. Una premisa para manifestar que la caridad «forma parte de la esencia del cristianismo» y es algo que no se transmite con palabras, sino «con la alegría de la propia experiencia».

El prelado del Opus Dei ha subrayado que las distintas iniciativas sociales que se desarrollan en la Iglesia «van más allá de la solidaridad humana, ya que el cristianismo nos da algo más elevado, que es la caridad». A su juicio, cada una de las organizaciones que ayudan a los demás «nacen de querer a la gente, de mirar a los demás con los ojos de Cristo. Y solo nos identificamos con Cristo cuando recibimos los sacramentos y cuidamos la oración».

Santificar el trabajo

Ante cerca de 200 personas congregadas en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, Fernando Ocáriz ha recalcado la aportación del espíritu del Opus Dei en el terreno social, «que nos lleva a trabajar con profesionalidad». En su opinión, santificar el trabajo, que es el mensaje principal del Opus Dei, no supone «añadir un toque piadoso a la actividad. Es algo intrínseco a cada actividad que realizamos», con la atención a los pequeños detalles y al respeto a la dignidad de cada persona.

En un entorno de guerra en Europa y con muchos desafíos sociales, el prelado del Opus Dei ha lanzado un mensaje optimista a quienes trabajan en cooperación. «El cristianismo valora la dignidad de cada persona. Solo con conseguir ayudar a una única persona estamos haciendo algo valioso, ya vale la pena todo nuestro esfuerzo», ha manifestado.

La felicidad de servir

Representantes de asociaciones que trabajan en la asistencia a jóvenes embarazadas, a personas sin hogar o discapacitados, analizan durante estos días en Roma cómo involucrar a más voluntarios en esta labor. Se trata, según el prelado del Opus Dei, de «hacer crecer en más personas el interés por servir, ya que cuando servimos a los demás somos más felices». Y, sobre todo, a encontrar la forma de difundir la solidaridad en una sociedad descristianizada, donde muchos jóvenes no cuentan con referentes morales adecuados.

Entre los retos con los que cuentan los participantes en este foro se encuentra el de revitalizar algunas iniciativas sociales que han ido madurando en los más de 90 años de historia del Opus Dei, nacido en Madrid en 1928. También se plantean el legado que puede dejar el próximo centenario de la Obra.