Vincenzo Paglia reclama una sanidad «más justa» tras la «crueldad» de la pandemia con los ancianos

El presidente de la Pontificia Academia para la Vida, el arzobispo Vincenzo Paglia es defensor de crear una conciencia en el pueblo y en los países sobre la dignidad de cada persona. En este sentido, «la Iglesia tiene que ser una profecía evangélica para testimoniar hoy lo que Jesús mismo hacía». Esta es la primera política de la Iglesia, porque, afirma monseñor Paglia, «si miramos el corazón y el pensamiento a la luz del Evangelio, nada será imposible».

Así lo ha afirmado al ser preguntado por El Debate acerca de su opinión sobre que la política tome para sí la defensa de valores que se encuentran en el ADN de la Iglesia, como la defensa de la vida, y lo ha hecho en el contexto de la presentación del congreso de Somos Community Care que reúne estos días en Madrid a más de 900 médicos de familia que han viajado desde Estados Unidos.

Esta organización formada por médicos independientes se dedica a dar asistencia médica en los barrios más pobres de la ciudad de Nueva York. «Nuestra misión es buscar cómo humanizar el sistema sanitario», exhorta el director ejecutivo de Somos, Mario Paredes.

Humanizar lo inhumano, como la enfermedad, es su máxima y lo practican respondiendo a los desafíos de la población de bajos ingresos como la mala vivienda, la basura de sus barrios o la hacinación de migrantes en lo que llaman la inner city.

Por su parte, el doctor Ramón Tallaj, fundador de Somos viene denunciando desde que llegó a Estados Unidos a practicar la medicina desde República Dominicana, su país natal, donde ejerció como ministro de Salud, que mientras para los políticos la sanidad se mide en dinero, para los pacientes se hace en bienestar, salud y felicidad.

Con la llegada de la pandemia, que él llama el virus de la soledad, el 90 % del sistema sanitario estadounidense colapsó y «todos morían sin poder hablar con sus familiares», pero luego llego "la vacuna de la esperanza, la ha apodado Tallaj.

En esto de la salud, «estamos todos en el mismo barco», ha afirmado monseñor Paglia. Para concretar que es más exacto decir que «estamos todos en la misma tempestad aunque en barcos distintos», y que durante la peor época de la pandemia «el barco de los ancianos y de los pobres fue destruido con una gran facilidad y una tremenda crueldad».

El arzobispo ha propuesto elaborar en colaboración con la Pontificia Academia para la Vida una carta en la que se ponga de valor la figura del médico de familia para una «reflexión política, económica y cultural de la salud para una nueva medicina que sea justa para todos».

Y sobre la humanización de la medicina y la labor de Somos, Paglia ha destacado que «la mejor vacuna es la afección en un mundo sin afecto, el amor en un mundo individualista, y la fraternidad en un mundo de soledad».