En el interior de esta fortaleza medieval del siglo XIV, de estilo gótico, se esconde la capilla de san Mauro. Su planta tiene una forma rectangular y una sola nave. Su tejado es a dos aguas, con forma de triángulo, que reposa sobre una sencilla fachada con una ventana y dos balcones, y coronada con un sencillo campanario en su parte izquierda.