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El cardenal Osoro durante una visita en El DebatePaula Argüelles

El cardenal Osoro: «Me llevo en el corazón los encuentros con los jóvenes»

El cardenal cántabro Carlos Osoro, de 78 años, ha dejado de ser arzobispo de Madrid tras casi diez años en el cargo, y concede una sencilla y entrañable entrevista para El Debate y cuenta sus planes de esta nueva etapa

El lunes día 3 de julio, tras presidir la misa del quinto aniversario del fallecimiento del padre Jaime Garrralda SJ, en la Fundación Nuevos Horizontes Padre Garralda, el arzobispo emérito de Madrid concedió una entrevista a El Debate, para contar como serán sus próximos pasos como arzobispo emérito. Don Carlos ha compartido sus mejores momentos, sus experiencias y recuerdos más entrañables al frente a la una de las diócesis más importantes y la que más feligreses tiene, con 4,2 millones, tras estos 9 años.

Osoro fue nombrado arzobispo de Madrid en 2014, un año después de que Francisco fuera elegido Pontífice. El cardenal es conocido popularmente como el hombre del Papa Francisco en España. Durante su mandato, Osoro se ha caracterizado por su cercanía con los fieles y su apertura al diálogo con la sociedad civil y las instituciones políticas. Además, ha sido vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) desde el 3 de marzo de 2020, miembro de la Comisión Ejecutiva, de la Comisión Permanente y del Consejo de cardenales de la misma.

José Cobo y Carlos OsoroArchimadrid

–¿Cómo ve su vida a partir de ahora?

–Ahora tendré más tiempo para ir a Santander, mi tierra, somos 3 hermanos y Santander, no solo es mi tierra natal, allí pasé mucho tiempo, mis primeros años de sacerdote fueron allí y se echa de menos la tierra. Tendré una vida sencilla con la familia, pero siempre dedicado a vivir por Dios, seguir predicando, lo que siempre he dicho en mis homilías, aún estando retirado no me cansaré de anunciar la maravilla que es sentirnos familia de Dios.

–¿Cuáles son sus recuerdos más gratos de sus 9 años de su estancia en Madrid?

–Me siento muy satisfecho, del Congreso de Laicos o el Plan Diocesano Misionero, la Mesa de la Hospitalidad, que creamos en 2015, el proyecto Acogida temporal para personas migrantes y refugiadas en situación de calle, el programa Madrid te acoge para la atención a personas para mujeres migrantes en situación de vulnerabilidad, han sido proyectos llenos de caridad, llenos del mensaje que incansablemente nos repite el Señor.

El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, saluda al Papa FranciscoArchimadrid.org

–Don Carlos, en estos años ha dedicado mucho tiempo a los jóvenes. Cuéntenos que sensaciones se lleva.

–Te confieso que lo que me llevo en mi corazón, sin duda, son los encuentros con los jóvenes, la relación directa que he creado con ellos. Los encuentros mensuales con los jóvenes en la Catedral de La Almudena en los que compartía con ellos vigilia de oración y un diálogo abierto. No imaginas cómo me ponían al día de las novedades y de sus inquietudes, ellos son el futuro de la Iglesia, eran maravillosas, ver en sus ojos la pasión por el Evangelio, me llenaba de gratitud. Ver como esos chicos y chicas, como eran discípulos y testigos urbanos del Señor. Los animaba a descubrir el amor de Dios y a ser discípulos misioneros, creamos una relación de profundo afecto.

El libro Búscate en mí. Los jóvenes conversan con Jesús, que se publicó en 2017, les ofrecía una catequesis sobre el Padrenuestro, la Avemaría y el Credo, y ellos plasmaron sus reflexiones, relatos, poemas y dibujos, fue un trabajo increíble, aprendí mucho de ellos.

–El Papa Francisco le ha llamado alguna vez el peregrino de Dios. ¿Qué significó para usted este apelativo?

–Supongo que el Santo Padre, quiso reconocer mi trayectoria pastoral que había sido obispo de Orense, Oviedo y Valencia antes de llegar a Madrid. Como peregrino uno asume retos y dificultades que he tenido que afrontar en su ministerio episcopal, pero el Señor siempre camina al lado del peregrino así que, con mis limitaciones, equivocaciones, algún acierto he sido muy feliz como arzobispo de Madrid, ahora ya emérito, pero seguiré trabajando.