La Iglesia denuncia que el régimen de Nicaragua ha detenido a otro sacerdote
El religioso, con 27 años de vida sacerdotal, se convierte en el séptimo cura detenido por la Policía Nacional, incluido el obispo nicaragüense Rolando Álvarez, quien fue condenado a más de 26 años de prisión por «traición a la patria»
la Iglesia católica denunció que el sacerdote nicaragüense Fernando Israel Zamora Silva, canciller de la diócesis de Siuna, en el Caribe de Nicaragua, fue detenido por agentes de la Policía Nacional.
El religioso fue detenido la noche del domingo después de participar en una misa en la parroquia San Luis Gonzaga, en Managua, que presidió el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes, denunciaron fuentes de la Iglesia católica de Nicaragua.
En la eucaristía tomó posesión de esa parroquia el sacerdote Edgard Rodríguez, y el cura arrestado era uno de los invitados.
La Policía Nacional no ha confirmado ni negado la presunta detención del sacerdote.
La Fundación para la Libertad de Nicaragua, que preside el dirigente opositor excarcelado y desnacionalizado Félix Maradiaga, tomó nota de la denuncia de la detención del sacerdote y demandó su libertad.
Séptimo cura detenido
«Desde la Fundación para la Libertad de Nicaragua hacemos un llamado a la comunidad internacional para que atienda esta grave situación de persecución contra la Iglesia católica en Nicaragua y solicite atención internacional», abogó ese organismo.
La Articulación de Movimientos Sociales también exigió la libertad del religioso y el respeto a sus derechos humanos.
El religioso, con 27 años de vida sacerdotal, se convierte en el séptimo cura detenido por la Policía Nacional, incluido el obispo nicaragüense Rolando Álvarez, quien fue condenado a más de 26 años de prisión por «traición a la patria».
Las relaciones del Gobierno de Ortega y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.
El Papa Francisco tildó de «dictadura grosera» al Gobierno sandinista en una entrevista con Infobae, señalando «un desequilibrio de la persona que dirige» el país centroamericano, refiriéndose a Daniel Ortega.