Fundado en 1910

San José María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei

¿Qué es el Opus Dei y qué función tiene en la Iglesia?

Las personas del Opus Dei procuran, con su ejemplo y su palabra, acercar a Dios a sus amigos, colegas, parientes… Esta labor apostólica redunda en beneficio de las parroquias y de las iglesias locales

El Opus Dei fue aprobado en 1941 por el obispo de Madrid, y en 1947 por la Vaticano. Desde 1982, con Juan Pablo II como Papa es una Prelatura personal. Esta naturaleza jurídica permite el desarrollo de tareas pastorales específicas, y forma parte de la estructura jerárquica de la Iglesia. La prelatura está compuesta por laicos y clérigos que, bajo la autoridad de un prelado, llevan a término la misión propia de la Obra.

Acercar a Dios

Las personas del Opus Dei procuran, con el ejemplo de su vida y su palabra, acercar a Dios a las personas con las que se relacionan en la familia, entre los amigos, en el ámbito laboral...

Esta labor apostólica beneficia a las parroquias y a las iglesias locales en frutos de conversiones, práctica más asidua de los sacramentos, difusión del Evangelio, obras de solidaridad con los más necesitados.

Todos los bautizados son llamados a seguir a Jesucristo, a vivir con él y anunciar la Buena Noticia de su Resurrección. Por eso, la razón de ser del Opus Dei es contribuir a esta misión evangelizadora de la Iglesia, según mandato del propio Jesucristo.

Rasgos del carisma del Opus Dei

  • Filiación divina: desde su bautismo un cristiano es hijo de Dios. La formación que proporciona la Prelatura promueve en los fieles cristianos un vivo sentido de su condición de hijos de Dios, y les ayuda a conducirse de acuerdo con ella: fomenta la confianza en la providencia divina, la sencillez en el trato con Dios y con los demás.

  • Vida ordinaria: «En medio de las cosas más materiales de la tierra es donde debemos santificarnos, sirviendo a Dios y a todos los hombres», decía san Josemaría Escrivá. La familia, el matrimonio, el trabajo, son oportunidades de tratar y de imitar a Jesucristo, procurando practicar las virtudes humanas y cristianas.

  • Santificar el trabajo: buscar la santidad en el trabajo significa esforzarse por realizarlo bien, con competencia profesional y con sentido cristiano, es decir, por amor a Dios y para servir a los hombres.

  • Oración y sacrificio: los medios de formación del Opus Dei recuerdan la necesidad de cultivar la oración y la penitencia propias del espíritu cristiano. Los fieles de la Prelatura asisten diariamente a la santa Misa, dedican un tiempo a la lectura del Evangelio, acuden con frecuencia al sacramento de la penitencia y fomentan la devoción a la Madre de Dios.

  • Unidad de vida: el fundador del Opus Dei explicaba que el cristiano no ha de «llevar una especie de doble vida: la vida interior, la vida de relación con Dios, por un lado; y por otro, diferente y separada, la vida familiar, profesional y social». Por el contrario, señalaba san Josemaría, «hay una única vida, hecha de carne y de espíritu, y esa es la que tiene que ser –en el alma y en el cuerpo– santa y llena de Dios».

  • Libertad: los fieles del Opus Dei son ciudadanos que disfrutan de los mismos derechos y están sujetos a las mismas obligaciones que el resto de los ciudadanos, sus iguales. En sus actuaciones políticas, económicas, culturales, etc., obran con libertad y responsabilidad personales, sin involucrar a la Iglesia o al Opus Dei en sus decisiones ni presentarlas como las únicas coherentes con la fe. Esto implica respetar la libertad y las opiniones ajenas.

  • Caridad: los cristianos son testigos de Jesucristo y difunden su mensaje de esperanza entre parientes, amigos y colegas, con el ejemplo y con la palabra. Ese afán por dar a conocer a Cristo es inseparable del deseo de contribuir a resolver las necesidades materiales y sociales del entorno.