La misión de los Padres Blancos en Tierra Santa: testigos del amor de Dios por África y por los pueblos pobres
En 1890, los Padres Blancos abrieron su primera casa propia en Jerusalén, en la calle Nablus. Allí establecieron una escuela para niños árabes cristianos y musulmanes, que funcionó hasta 1948
Los Padres Blancos o Misioneros de África son una sociedad de vida apostólica fundada en 1868 por el cardenal Charles Martial Lavigerie, primer arzobispo de Argel. Su carisma es trabajar por la evangelización de África, según las constituciones y leyes de la sociedad. Los Padres Blancos se llaman así por el color del hábito que visten, que simboliza su entrega total a Dios y a África.
Tienen una larga presencia en Tierra Santa, que se remonta al siglo XIX. En 1882, el cardenal Lavigerie envió a cuatro misioneros a Jerusalén para estudiar el hebreo y el árabe, y para preparar la evangelización de Etiopía. Estos misioneros se instalaron en el convento de San Salvador, junto a los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa.
En 1890, los Padres Blancos abrieron su primera casa propia en Jerusalén, en la calle Nablus. Allí establecieron una escuela para niños árabes cristianos y musulmanes, que funcionó hasta 1948. También fundaron una revista llamada La Revue Biblique, dedicada al estudio científico de la Biblia y de la arqueología oriental.
En 1893, los Padres Blancos se hicieron cargo del santuario de San Juan Bautista en Ain Karim, donde se cree que nació el precursor de Jesús. Allí construyeron una iglesia y un convento, que se convirtieron en un centro de peregrinación y de espiritualidad bíblica. También iniciaron una obra social para ayudar a los habitantes del pueblo, especialmente a las mujeres y a los niños.
En 1926, los Padres Blancos fundaron otra casa en Jerusalén, en el barrio de Musrara. Allí crearon una escuela técnica para jóvenes árabes cristianos, que se especializó en carpintería, electricidad y mecánica. La escuela tuvo que cerrar en 1967, debido a la guerra de los Seis Días y a la división de la ciudad.
En 1936, los Padres Blancos abrieron una misión en Gaza, donde había una pequeña comunidad católica de unos 200 fieles. Allí construyeron una iglesia dedicada al Sagrado Corazón de Jesús y una escuela para niños y niñas. También iniciaron un dispensario médico y una obra social para los refugiados palestinos. La misión de Gaza ha sufrido mucho por las guerras y los conflictos entre Israel y Hamás.
En la actualidad, los Padres Blancos siguen presentes en Tierra Santa, donde tienen tres comunidades: una en Jerusalén, otra en Ain Karim y otra en Gaza. Su misión es ser testigos del amor de Dios por África y por todos los pueblos, especialmente por los más pobres y marginados. También colaboran con las otras Iglesias cristianas presentes en la región, buscando la unidad y el diálogo ecuménico.
Los Padres Blancos son un signo de esperanza y de solidaridad en Tierra Santa, donde viven y trabajan al servicio del Evangelio y de la paz. Ellos nos invitan a rezar por ellos y por su misión, y a apoyar sus proyectos con nuestra generosidad.