La castidad es «un camino de libertad y amor», según el obispo noruego Erik Varden
Con su nueva obra, La castidad: una visión personal, intenta mostrar que una vida casta no es una imposición externa ni una obligación legalista, sino una respuesta libre y amorosa a la llamada de Dios y a su plan para cada persona
El obispo de Trondheim, Erik Varden, ha publicado recientemente un libro titulado La castidad: una visión personal (Ediciones Encuentro), en el que reflexiona sobre el significado y la belleza de esta virtud cristiana, a partir de su propia experiencia como monje cisterciense y como pastor de la Iglesia.
El libro es una obra breve pero profunda, que combina la teología, la espiritualidad, la psicología y la literatura. El autor aborda el tema de la castidad desde una perspectiva positiva y realista, sin caer en el moralismo ni en el sentimentalismo. Su objetivo es mostrar que la castidad no es una renuncia ni una represión, sino un camino de libertad y amor, que conduce a la plenitud humana y divina.
Una elección difícil
El obispo Varden parte de su propia historia personal, marcada por la búsqueda de Dios y por el descubrimiento de su vocación monástica. Reconoce que su elección de vida consagrada no fue fácil ni evidente, sino que implicó un proceso de discernimiento, de purificación y de maduración. También admite que tuvo que afrontar sus propias heridas, sus propios miedos y sus propios deseos, sin negarlos ni rechazarlos, sino integrándolos en su relación con Dios y con los demás.
El autor explica que la castidad no es una negación del cuerpo ni del sexo, sino una afirmación de su valor y de su dignidad. La castidad no es una fuga del mundo ni de las relaciones humanas, sino una apertura al misterio de Dios y al servicio de los hermanos. La castidad no es una imposición externa ni una obligación legalista, sino una respuesta libre y amorosa a la llamada de Dios y a su plan para cada persona.
Un camino para todos los cristianos
El obispo Varden propone la castidad como un camino para todos los cristianos, independientemente de su estado de vida. La castidad no es solo para los consagrados, sino también para los casados, los solteros y los viudos. La castidad no es solo para los jóvenes, sino también para los adultos y los ancianos. La castidad no es solo para los santos, sino también para los pecadores.
El autor ofrece algunas claves prácticas para vivir la castidad en el día a día. Entre ellas, destaca la importancia de la oración, la lectura de la Palabra de Dios, la recepción de los sacramentos, el cultivo de las virtudes, la formación de la conciencia, el acompañamiento espiritual, la amistad sincera y el compromiso social.
Varden ha escrito este libro sobre la castidad porque quiere compartir su experiencia personal y su reflexión teológica sobre esta virtud cristiana, que considera un camino de libertad y amor. El obispo noruego espera que su libro ayude a los lectores a redescubrir la castidad como un don y una tarea, como una alegría y una cruz, como una gracia y un desafío.
La obra es una invitación a redescubrir la castidad como un don y una tarea, como una alegría y una cruz, como una gracia y un desafío. Es una obra que ilumina y alienta a quienes quieren seguir a Cristo con un corazón puro y generoso. Es una obra que merece ser leída y meditada.