Rosario Murillo niega que haya persecución religiosa en Nicaragua mientras hay 18 sacerdotes en la cárcel
En su discurso de Año Nuevo, la vicepresidenta de Nicaragua dijo que los obispos católicos son «designios diabólicos» y animó a la población nicaragüense a no creer en ellos porque, según dijo, no representan a Dios en la tierra
La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, ha negado que exista persecución contra la Iglesia católica en el país, pese a mantener a 18 sacerdotes encarcelados en el centro penitenciario Jorge Navarro, más conocido como La Modelo. En una alocución pública este jueves ha afirmado que «en la vida, la fe o el arte la norma es que los individuos deben responder por sus actos ante la ley así sea en Roma o España».
En su discurso, Murillo ha negado al campaña del régimen contra la Iglesia: «Es falso que hay persecución religiosa, si arrestan a un cura por algo será». Tras esto, ha comparado la represión con delitos comunes mediante un poema de Edwin Moncada: «Si capturan a un tejedor de hamacas debido a x cosas por falta de balandrán y vida lujosa, no ladrarán no dirán, hay persecución a la artesanía preciosa, los tejedores no se creen por arriba de nadie ni por debajo, trabajadores son, no piden ni viven de dádivas, para eso traman hamaca, no ataques contra la patria que amamos», ha señalado.
La vicepresidenta y esposa del presidente ha afirmado que quiere la paz para el país. «Es en humildad que construimos, es reconociendo el gran poder de Dios que podemos construir, no es creyéndonos Dios», ha continuado con el poema citado.
Anteriormente, en su discurso de Año Nuevo, Rosario Murillo dijo de los obispos católicos que eran «designios diabólicos» y animó a la población nicaragüense a no creer en ellos porque, según dijo, son humanos y no representan a Dios en la tierra. En esta alocución, difundida a través de los medios de comunicación oficiales del régimen, pasó dos minutos hablando sobre el amor al prójimo y desear un buen año, pero después dedicó más del doble de tiempo atacando a los obispos y a la Iglesia.
Ha señalado a los religiosos por propagar, según ella, la envidia, el egoísmo, el afán de protagonismo y «sobre todo, desear el mal al prójimo y a un pueblo entero que cree», expresó, pero no sin antes preguntarse: «¿Cómo podemos creer en personajes cuyos vozarrones hablan de codicia, envidia, egoísmo y maldad?». Murillo dijo que en las caras de «algunos», dijo sin nombrar directamente a la Iglesia pero refiriéndose a sus representantes, ve caras «de destrucción, de demolición y sobre todo de farsa».
Desde el pasado 20 de diciembre han sido detenidos en Nicaragua más de 15 sacerdotes, entre obispos y seminaristas. De momento, las autoridades nicaragüenses no han confirmado ni desmentido la detención de estos 15 religiosos que se suman al obispo Rolando Álvarez quien lleva en prisión desde el 10 de febrero del pasado año, condenado a 26 años y 4 meses por delitos de traición a la patria. Al igual que a Silvio Báez (obispo exiliado en Miami desde 2019), le fueron arrebatados el pasaporte y la nacionalidad y sus derechos como ciudadano de por vida.
El régimen de Ortega y la Iglesia viven en tensión desde 2018 que se recrudeció tras las elecciones de 2021. Obispos, sacerdotes y religiosos son expulsados del país o encarcelados, se han prohibido actividades religiosas y se han suspendido las relaciones diplomáticas con el Vaticano. Después de Silvio Báez, tuvo que abandonar Nicaragua el nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, expulsado el 6 de marzo de 2022.