Un sacerdote nicaragüense sale al exilio en medio de la ola de arrestos de religiosos

el sacerdote nicaragüense Fernando Téllez Báez, de la archidiócesis de Managua, se ha marchado al exilio en medio de la ola de arrestos de religiosos y de las tensiones entre el régimen de Ortega y la Iglesia católica. De ello ha informado la prensa local, aunque en principio los feligreses pensaron que había sido detenido por la Policía.

Téllez había sido amenazado con la cárcel, motivo por el que ha tenido que huir de su país. La parroquia Nuestra Señora de las Américas permanece cerrada desde el pasado 26 de diciembre y los feligreses temían que el sacerdote hubiera sido arrestado, ha explicado la investigadora y abogada Martha Patricia Molina, quien también denunció que en las últimas horas la Policía detuvo al seminarista Francisco Castilblanco, de la diócesis de Jinotega (norte).

En un nuevo repunte de la represión contra la Iglesia en el país, el régimen ha detenido ya a dos obispos, 13 sacerdotes y tres seminaristas. Además de Rolando Álvarez, obispo auxiliar de Matagalpa, condenado a 26 años y 4 meses de prisión, también se encuentra en la cárcel el obispo de Siuna Isidoro Mora, retenido desde el 20 de diciembre junto a los seminaristas Alester Sáenz Centeno y Tony Palacios, un día después de orar durante una homilía por la liberación de Álvarez.

Tras la detención de Mora y los dos seminaristas, la Policía y civiles armados han arrestado a 15 sacerdotes, de los que dos han sido liberados, según el reporte de Molina. De los 13 sacerdotes privados de la libertad, 10 pertenecen a la archidiócesis de Managua, Masaya y Carazo, que dirige el cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes, que permanece en el país.