Más de 700 beneficiarios de la diócesis de Vitoria visitan Estíbaliz

Una decena de autobuses partieron ayer por la mañana hacia el santuario de Estíbaliz para festejar el Berakah Eguna, una jornada donde personas ligadas a la obra social Berakah –traducido del hebreo como bendición– pasaron una jornada festiva. Voluntarios, beneficiarios, sacerdotes y colaboradores llegados de varios puntos de la ciudad, fueron recibidos por las Hermanas Peregrinas de la Eucaristía, que custodian el santuario, con su particular estilo: guitarras, cánticos, dulces y refrigerio y una gran pancarta donde se leía la palabra «Bienvenidos».

A las 12:00 horas celebraron la eucaristía, presidida por el sacerdote Juan Carlos Pinedo y concelebrada por el diácono y responsable de Berakah, Fidel Molina. Tras la misa llegó el turno de la música y las diferentes actividades recreativas: bailes, batukada y kalejira por los diferentes emplazamientos de este cerro alavés. Posteriormente degustaron la comida que habían preparado las Hermanas Peregrinas gracias al Banco de Alimentos. Por la tarde se unió el obispo de Vitoria, monseñor Juan Carlos Elizalde, quien impartió su bendición a los presentes.

Berakah nació en 2006 de la mano del sacerdote recientemente fallecido José Ángel López de Lacalle como respuesta a las múltiples situaciones de pobreza que se empezaban a vislumbrar en aquellos años, especialmente con la llegada de inmigrantes hispanoamericanos y africanos. Ofrece 34 servicios diferentes como el comedor Zugaz, el ropero, la despensa solidaria, el centro de escucha o los hogares de acogida, entre otros. Asimismo, participan las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y otras congregaciones religiosas de la diócesis apoyando e impulsando esta labor social y caritativa. Berakah además cuenta con el apoyo de la Fundación Vital y la diócesis de Vitoria.