La Iglesia de Kenia no se vende: rechaza un donativo «envenenado» del presidente del país
El arzobispo de Nairobi, monseñor Philip Anyolo Subira, declina la aportación de casi 37.000 € para quedar «libre de influencias políticas»
Los obispos de Kenia quieren evitar que la Iglesia pierda su independencia respecto al poder político y acaba de rechazar un donativo que provenía directamente del bolsillo del presidente del país africano, William Samoei Ruto. El pasado lunes, el arzobispo de Nairobi, monseñor Philip Anyolo, comunicó públicamente que declinaba la oferta que el mandatario había anunciado tan solo un día antes de cinco millones de chelines kenianos (cerca de 37.000 €) destinados a la construcción de una casa parroquial. Samoei ya había entregado a la iglesia alrededor de 4.500 € para el coro parroquial y para Infancia Misionera Pontificia, y había prometido la donación de un autobús, pero monseñor Anyolo aclaró que todos esos importes serán devueltos al donante. «Los donativos quedan rechazados», zanjó el prelado, según recoge CNA.
Monseñor Anyolo recordó que los miembros de la Conferencia de Obispos Católicos de Kenia (KCCB) han mantenido una postura firme ante los políticos que donan dinero a la Iglesia, destacando las preocupaciones éticas y la necesidad de salvaguardarla de ser utilizada con fines políticos. El arzobispo de Nairobi añadió que «la Iglesia debe seguir siendo una entidad neutral, libre de influencias políticas». «Si bien los políticos son bienvenidos a asistir a la iglesia para su alimento espiritual, deben hacerlo como cristianos comunes y corrientes, sin aprovechar sus posiciones para obtener ganancias políticas», apostilló, en una reacción que ha encontrado eco en todos los medios de comunicación keniatas.
Monseñor Anyolo fue más allá al recordar que «la Iglesia católica desaconseja enérgicamente el uso de eventos religiosos como reuniones y eventos de recaudación de fondos como plataformas para la autopromoción política». «Se insta a los políticos a abstenerse de convertir el púlpito en un escenario para la retórica política, ya que tales acciones socavan la santidad de los espacios de culto», señaló.
El prelado aprovechó para pedir a los políticos de su país que, más que ofrecer donativos, «aborden cuestiones como la corrupción, el propio interés, las violaciones de los derechos humanos y la libertad de expresión, así como la cultura de la mentira». Monseñor Anyolo lamentó la abundancia de «promesas incumplidas, prioridades equivocadas, agendas egoístas para extender los mandatos de los líderes electos y sobrecarga de impuestos a los kenianos».