Sale a subasta la tabla con los Diez Mandamientos «más antigua» entre dudas sobre su autenticidad
La tabla, encontrada en 1913, se ha datado en época bizantina (300-800 d.C.) y sale a un precio estimado de entre 1 y 2 millones de dólares
El próximo miércoles, 18 de diciembre, la casa de subastas Sotheby´s saca a subasta una tablilla de mármol de aproximadamente 1.500 años de antigüedad. En el catálogo de la muestra, han presentado la pieza como «la versión más antigua» conocida de los Diez Mandamientos realizada en piedra, aunque especifica que en esta versión solo aparecen nueve de los que originalmente forman este decálogo.
La tabla se ha datado en época bizantina (300-800 d.C.) y sale a un precio estimado de entre 1 y 2 millones de dólares. Fue encontrada en 1913 en la costa sur de lo que hoy es Israel, mientras se realizaban unas obras para una vía ferroviaria. Con sus 52 kilos, 60 centímetros de largo y sus inscripciones en paleohebreo, nadie reconoció su importancia entonces. Fue utilizada como adoquín para una casa y se hundió en la tierra, según escribió su descubridor Jacob Kaplan.
Hasta llegar la subasta, este mármol ha pasado por un anticuario isreaelí, que la adquirió en 1995. Después, por el Museo viviente de la Torá de Brooklyn y, por último, por las manos del coleccionista Mitchell S. Cappell, quien la compró en 2016 por 850.000 dólares.
A pesar de que el catálogo la describe como la «más antigua del mundo», varios expertos han mostrado sus dudas al respecto. El director de investigación del Penn Cultural Heritage Center de Filadelfia, Brian I. Daniels, según informa el New York Times, comentó en una entrevista que muchos de los los objetos datados en esa misma época en la región son «falsificaciones».
«No hay forma de saberlo. Al fin y al cabo, no se encontraron en una excavación arqueológica. Ni siquiera sabemos quién lo encontró realmente», comenta al respecto el presidente del Departamento de Lenguas y Civilizaciones Clásicas y de Oriente Próximo de la Universidad George Washington, Cristopher A. Rollston.
Desde la casa de subastas, confirman que la inscripción fue clave para su datación. Selby Kiffer, especialista en libros y manuscritos de Sotheby's, ha explicado que en la época en la que se realizó la inscripción «el pueblo judío había adoptado un alfabeto hebreo más moderno», mientras que el paleohebreo era solo empleado por los samaritanos. «Hay algunas más o menos de la misma época, pero son fragmentarias o prácticamente ilegibles», dice el experto de Sotheby's, a la espera de que este miércoles los pujadores elijan una postura sobre la autenticidad de la piedra y su precio final.