Benedicto XVI felicita a Francisco por su elección como Papa en 2013.
Papa Francisco: «Benedicto XVI está sosteniendo la Iglesia con su bondad y su retiro»
«Si veo que no puedo, que hago daño o que soy un estorbo espero que la fuerza del ejemplo de Benedicto me ayude a tomar esa decisión», ha declarado el Papa Francisco
En la última entrevista concedida a la cadena mexicana Univisión, el Papa Francisco ha hablado sobre su posible renuncia y la figura tan presente de su antecesor, Benedicto XVI.
A la pregunta sobre qué modelo ve más próximo a su forma de ser, si más cercano a san Juan Pablo II, que no se bajaba de la cruz, o el modelo de Benedicto XVI, que sí ha renunciado al papado, Francisco respondió que «no puede ser objetivo» ya que siente «una gran simpatía por el Papa Benedicto».
Refiriéndose a Benedicto XVI ha dicho que «cuando lo voy a ver, ahí con los ojos brillantes, sonriendo siempre; habla muy bajito y a veces no es fácil de entenderlo, pero está sosteniendo la Iglesia con su bondad y su retiro».
Francisco destacó del Papa emérito que «reza, lee y sigue estudiando» y acude a verlo en las fechas importantes; de hecho, por el próximo Consistorio, Francisco le llevó el nombre de los nuevos cardenales.
A propósito de la posible regulación de la figura de los papas eméritos, el Santo Padre subrayó que «la primera experiencia salió bastante bien porque es un hombre santo y discreto», en alusión al papa bávaro.
NO se quedaría en el Vaticano
Sobre su comentada y posible renuncia, Francisco es claro: «por ahora no», e insiste en que por el momento no nota que el Señor le pida renunciar:
«Nunca me había planteado renunciar hasta el día de hoy», ha insistido, señalando que «si veo que no puedo, que hago daño o que soy un estorbo espero que la fuerza del ejemplo de Benedicto me ayude a tomar esa decisión».
En caso de una supuesta renuncia, el Papa argentino ha señalado que no se quedaría a vivir en el Vaticano ni tampoco se iría a Argentina. «Sería obispo emérito de Roma», ha subrayado para terminar diciendo que le gustaría dedicarse a «confesar y visitar enfermos, que es lo que tenía previsto después de su renuncia como arzobispo de Buenos Aires» antes de ser elegido Papa.
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