Fundado en 1910

El Papa Francisco ha insistido en el perfil de cardenales que necesita la IglesiaAFP

¿Qué pide el Papa Francisco a los nuevos cardenales de la Iglesia?

La sinodalidad no supone «un proceso democrático» en el que todo se decide por mayorías, sino en dar voz a toda la Iglesia

Tras la creación de 20 nuevos cardenales en la Basílica de San Pedro el pasado sábado, el Papa Francisco ha mantenido dos jornadas de trabajo para profundizar en la nueva Constitución Apostólica. Más allá de la clarificación de la normativa que regula la Curia, el pontífice argentino ha insistido en el perfil de cardenales que necesita la Iglesia.

Humildad

Es una virtud que ha destacado en la homilía de este martes, en la Basílica de San Pedro junto a los cardenales. El Papa ha recordado la sorpresa de los pescadores de Galilea a los que Jesús manda a Evangelizar el mundo. Un «estupor» que considera también «una vía de salvación», ya que «nos libera de la tentación de sentirnos ‘a la altura’, de alimentar la falsa seguridad de que la situación actual es en realidad distinta a la de aquellos comienzos y de que hoy la Iglesia es grande, sólida y nosotros estamos colocados en los grados eminentes de su jerarquía».

Abiertos a la Sinodalidad

El lunes y el martes de esta semana, en el Aula Paolo VI del Vaticano, más de 200 cardenales se han reunido por grupos para tratar la reforma de la Curia. Se trata de un ejercicio de diálogo y encuentro que va en la línea de lo que el Papa Francisco quiere en toda la Iglesia. Que se escuche a todos los fieles, desde el último bautizado hasta los llamados ‘príncipes de la Iglesia’, sin diferencias y con atención.

La Sinodalidad, como ha manifestado el propio Papa en anteriores ocasiones, no supone «un proceso democrático» en el que todo se decide por mayorías. Consiste en dar voz a toda la Iglesia y atender a las indicaciones del Espíritu Santo. Es algo que el secretario del Sínodo, el cardenal Mario Grech ha afirmado con rotundidad. A su juicio, «se trata de un proceso espiritual en el que, si no invocamos al Espíritu Santo, será un fracaso».

Espíritu misionero

Toda la nueva Constitución está basada en el objetivo de llevar la Iglesia hasta el último rincón del mundo. El Papa insiste en la necesidad de que la Iglesia esté presente en todas las periferias existenciales, que no solo son geográficas, sino también sociales. Reclama que la Curia tenga como prioridad la atención a las zonas más desfavorecidas y por ello ha creado cardenales a obispos de territorios con una presencia minoritaria de cristianos, como es el caso de Mongolia, con el cardenal Giorgio Marengo. Es también el cardenal más joven del Colegio, con 48 años, lo que supone un elemento de contacto con las nuevas generaciones. Todo un territorio de misión en muchos países de Europa y América.

El Papa Francisco ha detallado este jueves cómo debe ser un ministro de la Iglesia: «Alguien que sabe maravillarse ante el designio de Dios y con este espíritu ama apasionadamente a la Iglesia, pronto para servir en su misión donde y como quiera el Espíritu Santo».

Implicar a los laicos

El cardenal Patrick D’Rozario ha hecho mención estos días a que «la dimensión de este documento es misionero y se resalta el hecho de que todos los bautizados son misioneros». Una característica clave en esta nueva reforma. Para que la Iglesia sea eficaz es preciso fomentar la participación y el compromiso de todos, hombres y mujeres, religiosos y laicos, en la proclamación del Reino de Dios.

Los cardenales han analizado durante el Consistorio la necesidad de ajustar y clarificar la presencia de los laicos en la estructura jerárquica de la Iglesia. En qué medida un laico que esté al frente de un dicasterio Vaticano puede tener autoridad sobre cardenales y obispos. Son cuestiones prácticas que es preciso clarificar de cara al futuro.

El Papa Francisco ha querido que los cardenales de todo el mundo pudieran conocerse mejor

Servicio a los demás

Frente a la tradicional visión de los cardenales como ‘príncipes de la Iglesia’, el Papa insiste en el espíritu de servicio. Durante la homilía de creación de los nuevos cardenales, Francisco les ponía el ejemplo de quien fue secretario de Estado del Vaticano, Agostino Casaroli. Durante sus años al frente de la Curia, además de su labor diplomática, «a los ojos de Dios, igualmente tuvieron gran valor las visitas que regularmente hacía a los jóvenes detenidos en una cárcel para menores, donde lo llamaban ‘Don Agostino’».

El Papa cree que para desempeñar cualquier labor en la Iglesia es importante mantener la cercanía con los fieles, especialmente con los más frágiles. El contacto humano nos lleva a mirar más allá de las cifras y abordar los problemas concretos con mayor sensibilidad, atendiendo a cada persona.

Junto a estos cinco elementos fundamentales, el Papa Francisco ha querido que los cardenales de todo el mundo pudieran conocerse mejor. Por ello, en estas jornadas no solo se han reunido durante horas, sino que también han rezado juntos y compartido el almuerzo. Si hubiera que convocar un Cónclave en los próximos meses, con el Colegio Cardenalicio más internacional de la historia, al menos se parte de un mejor conocimiento mutuo.