El auditor general del Vaticano, sorprendido por la malversación de fondos y la falta de ética

Durante el juicio a 10 personas acusadas de irregularidades en la administración de los fondos del Vaticano, el auditor general mostró su sorpresa por la malversación de fondos y la falta de ética mostrada por los acusados, especialmente por un acuerdo inmobiliario en Londres.

Alessandro Cassinis Righini criticó la mala administración de los fondos, además de las relaciones del Vaticano con personas «con un claro conflicto de intereses», que provocaron la pérdida de millones de euros.

«No es manera de administrar los fondos del Óbolo de San Pedro», dijo Cassinis en el juzgado el pasado 30 de septiembre, en referencia al dinero que recibe el Vaticano en donaciones para el mantenimiento de la curia romana y la caridad.

Los fiscales vaticanos preguntaron al auditor general si estaba seguro del uso de los fondos del Óbolo de San Pedro en el acuerdo inmobiliario en Londres, a lo que este respondió que sí.

El juicio se retomó el pasado 28 de septiembre después del parón del verano; el juicio es el resultado de la investigación a la Secretaría del Estado Vaticano sobre la compra de una propiedad en Londres en el barrio de Chelsea, uno de los más caros de la ciudad.

Entre los años 2014 y 2018, la Secretaría de Estado invirtió 200 millones de euros para comprar la propiedad londinense, además de otros 150 millones de euros pagados a los bróker y por deudas asociadas a la propiedad.

Cassinis testificó tras 26 personas ante los fiscales pontificios, en su testimonio dijo que el Papa le encargó una investigación financiera en verano de 2018 para entregar un informe al recién nombrado sustituto de la Secretaría de Estado Vaticano, Edgar Peña Parra.

El auditor también mencionó una propuesta hecha en 2012 sobre la inversión en una plataforma petrolera offshore en Angola; a pesar de que la propuesta fue rechazada, el auditor quedó estupefacto por el simple hecho de que se propusiera.

Tirabassi acusado de corrupción

Además del auditor general Alesandro Cassinis, los fiscales vaticanos también interrogaron el 28 de septiembre durante tres horas a Fabrizio Tirabassi, miembro de la Secretaría de Estado.

Fabrizio Tirabassi, que está acusado de corrupción, extorsión, malversación, fraude y abuso de autoridad, fue interrogado intensamente por el auditor general del Vaticano sobre sus finanzas y las de su mujer. Además el promotor de justicia, Alessandro Diddi, mostró al juzgado un extracto bancario de una cuenta en Suiza a nombre de Tirabassi con 1.3 millones de euros.

Tirabassi confesó que ese dinero provenía de fondos vaticanos sobre los que se le dio poder en 2004; pero que se le retiró en 2009 por Alberto Perlasca.

La policía vaticana investigó inicialmente a Perlasca como sospechoso en el caso y se le incautaron documentos y ordenadores de su residencia. Sin embargo, su colaboración y la información que voluntariamente ofreció a los fiscales le convirtieron en el testigo estrella.

Aún quedan muchos testigos que testificarán a lo largo de las próximas semanas, entre ellos el comisario de la Policía Vaticana Stefano De Santis, que habrá de presentarse ante el juzgado el próximo 12 de octubre.