Francisco, el Papa que más ha hablado de Satanás en el último siglo
Constata la cizaña que trata de introducir en la Iglesia al comentar el exorcismo de una monja, en el que el diablo habría dicho refiriéndose al Pontífice: «Le odio, siempre habla mal de mí»
Para Francisco, Satanás no es una creencia, es una experiencia vívida y vivida. Según un estudio realizado por El Debate, en el último siglo, ha sido el obispo de Roma que más ha mencionado explícitamente la obra del mal del diablo para la vida de las personas.
Ahora, el Vaticano acaba de publicar una entrevista en la que el Pontífice argentino revela elementos de su relación personal con el «príncipe de la mentira», y confiesa que intenta atacarle incluso a él.
La entrevista forma parte del libro editado en Italia con el título Exorcistas contra Satanás (Esorcisti contro satana) escrito por el periodista Fabio Marchese Ragona.
El diablo sobre el Papa: «Le odio»
El volumen presenta el testimonio del exorcismo realizado por un sacerdote ante una monja endemoniada, en el que el demonio habría dicho del Papa Francisco: «Le odio, siempre habla mal de mí. ¿Has visto cuántos problemas le causo?».
El sucesor del apóstol Pedro, en el diálogo con el periodista, reconoce: «No conozco el caso personalmente y, por tanto, no puedo dar una valoración. Pero, es realmente posible que yo moleste al diablo porque intento seguir al Señor y hacer lo que dice el Evangelio. Y eso le molesta. Al mismo tiempo se alegra ciertamente cuando cometo algún pecado. Él busca el fracaso del hombre, pero no tiene esperanza si hay oración».
Experiencia pastoral
Hablando de su experiencia pastoral con personas que han sufrido ataques del diablo, revela: «Cuando era arzobispo de Buenos Aires tuve varios casos de personas que venían a mí diciendo que estaban endemoniadas. Los mandé a consultar a dos buenos sacerdotes ‘especialistas’: no son curanderos, sino exorcistas».
«Uno se llama Carlos Alberto Mancuso y fue exorcista en la diócesis de La Plata. El otro era mi confesor, el padre Nicolás Mihaljevic, un jesuita nacido en Croacia –revela–. Ambos me contaron después que, de esas personas, sólo dos o tres eran realmente víctimas de posesión diabólica. Las demás sufrían de obsesión diabólica, que es una cosa muy distinta porque no tenían el diablo en el cuerpo. Hay que precisar esto».
Francisco confirma que como Papa no ha realizado ningún exorcismo. En caso de necesidad, añade, «pediría el apoyo de un buen exorcista, como hice como arzobispo».
Ataque al Papa y la Iglesia
El periodista Marchese Ragona refiere que, según algunas fuentes, Benedicto XVI sufrió el ataque del diablo, pero que aunque sufrió, resistió bien. Pablo VI dijo en 1972 que el humo de Satanás había entrado en el templo de Dios a través de algunas grietas.
«¿Puede el diablo actuar también en el Vaticano y atacar al Papa?», pregunta el autor del libro. Jorge Mario Bergoglio responde: «Ciertamente, el diablo trata de atacar a todos, sin distinción, y trata de golpear especialmente a los que tienen más responsabilidad en la Iglesia o en la sociedad».
«También Jesús sufrió las tentaciones del diablo, y pensemos también en las de Simón Pedro, a quien Jesús dijo: ‘Apártate de mí, Satanás’. Así también el Papa es atacado por el maligno. Somos hombres y él siempre intenta atacarnos. Es doloroso, pero ante la oración no tiene esperanza»
Según el pontífice, «también es verdad, como decía san Pablo VI, que el diablo puede entrar en el templo de Dios, para sembrar la discordia y enfrentar a unos contra otros: las divisiones y los ataques son siempre obra del diablo. Él siempre trata de insinuarse para corromper el corazón y la mente del hombre. La única salvación es seguir el camino indicado por Cristo».
El peligro del diablo «educado»
Francisco considera que el diablo es particularmente peligroso cuando se presenta como «educado», cuando seduce a la persona de manera discreta.
«Creo que hay demonios muy peligrosos, y hablo de los demonios 'educados'. Jesús también habla de ellos, lo leemos en el Evangelio de Lucas: dice que cuando el mal espíritu es expulsado, vaga por el desierto buscando alivio. Pero llega un momento en que se aburre y vuelve a 'casa', de donde había sido expulsado, y ve que la casa está arreglada, es hermosa, tal como era cuando él estaba dentro».
Entonces, añade el Papa citando el Evangelio, «va a buscar a otros demonios más malos que él, los trae, entran en la casa, educadamente, tocan el timbre, toman posesión educadamente. El alma, por no cuidarse de hacer examen de conciencia, no repara en ellos. O por tibieza espiritual los deja entrar. Estos son terribles. Porque te matan. Es la posesión más fea. La mundanidad espiritual cubre todas estas cosas. No hay escapatoria: el demonio o destruye de forma directa con guerras e injusticias o lo hace educadamente, de forma muy diplomática, como dice Jesús. Hace falta discernimiento».
El Papa Francisco se ha destacado en sus diez años y 28 días de Pontificado por la gran cantidad de menciones explícitas que ha hecho del demonio, particularmente durante las homilías de la misa diaria, que pronunciaba en su residencia de Santa Marta a inicios de su pontificado.