El Papa se rodeará en Fátima de enfermos y reclusos para rezar por la paz en el mundo
«Queremos que el santuario lo pueda recibir bien, con muchos peregrinos. Por eso, dejo la invitación a que vengan a rezar con él. Más cerca de él, rezando en la misma Capilla de las Apariciones, estarán jóvenes enfermos y jóvenes reclusos», señaló el rector de Fátima, padre Carlos Cabecinhas
El Papa Francisco rezará por la paz en el mundo con jóvenes enfermos y reclusos en el santuario mariano de Fátima, el próximo 5 de agosto, como parte de su visita a Portugal con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa.
«Queremos que el santuario lo pueda recibir bien, con muchos peregrinos. Por eso, dejo la invitación a que vengan a rezar con él. Más cerca de él, rezando en la misma Capilla de las Apariciones, estarán jóvenes enfermos y jóvenes reclusos», señaló el rector de Fátima, padre Carlos Cabecinhas.
El Papa Francisco estará en Portugal entre el 2 y el 6 de agosto. Según el programa difundido este miércoles por el santuario, llegará a Fátima el sábado día 5 a las 9 (hora de Portugal).
El pontífice atravesará el recinto en el 'papamóvil' hasta la Capilla de las Apariciones, donde rezará el rosario, y después dirigirá unas palabras a los peregrinos antes de volver a Lisboa.
El Papa Francisco va por segunda vez al santuario de Nuestra Señora de Fátima, donde, en mayo de 1917, tres niños pastores -dos ya santos; la tercera, venerable- recibieron un mensaje de la virgen María sobre el futuro de la humanidad. La etapa de unas horas en Fátima, adonde arribará en helicóptero el sábado 5 de agosto, se añadió más tarde, porque la peregrinación papal tenía prevista inicialmente sólo una escala en Lisboa para la Jornada Mundial de la Juventud.
Encomendarse a la Virgen
Francisco ya había visitado el famoso santuario mariano con motivo del centenario de las apariciones, para la canonización de los dos pequeños videntes Francisco y Jacinta Marto, en mayo de 2017.
El hecho de que decidiera volver a ir a los pies de Nuestra Señora de Fátima es significativo y, en las intenciones del pontífice, ello está ligado a la tragedia de la guerra que afecta a la «Ucrania mártir», invadida por el ejército ruso.