Un Papa Francisco virtual recuerda ante Bill Clinton que «no hay niños que no se puedan cuidar»
Francisco animó a tomar medidas contra el cambio climático, más diplomacia y menos guerra, promovió un mayor acceso a la atención médica para los niños y destacó las crisis que afrontan los migrantes y refugiados
el Papa Francisco instó a tomar medidas más enérgicas contra el cambio climático, pidió más diplomacia en lugar de guerra, promovió un mayor acceso a la atención médica para los niños y destacó las crisis que enfrentan los migrantes y refugiados dfurante una conversación con el ex presidente Bill Clinton, .
«Es importante difundir una cultura del encuentro, una cultura del diálogo, una cultura de la escucha y la comprensión», señaló virtualmente en la reunión de la Iniciativa Global Clinton 2023 de la Fundación Clinton.
Marcar la diferencia
La fundación reprodujo un vídeo que mostraba la implicación del Papa en el hospital pediátrico Bambino Gesù de la Santa Sede, antes de que el ex presidente le pidiera «decir lo que cree sobre la obligación de la gente corriente de marcar la diferencia» en esta sociedad.
«Es necesario compartir pensamientos sobre cómo contribuir al bien común y cómo no dejar atrás a las personas más vulnerables, como los niños que, a través de la Fundación Bambino Gesù, están en la raíz de nuestro encuentro», señaló el Papa.
Además, llamó a actuar sobre lo que llamó «la catástrofe ecológica» del cambio climático «antes de que sea demasiado tarde». La gente debe actuar, señaló el Papa «mientras todavía hay tiempo» y explicó que esta es la razón por la que está escribiendo la segunda parte de su encíclica medioambiental Laudato Si' .
Almismo tiempo, el Papa Francisco lamentó el «viento de guerra que sopla en todo el mundo» y agregó que «necesitamos una gran y compartida asunción de responsabilidad».
«Es hora de que cesen las armas y de que volvamos al diálogo, a la diplomacia», subrayó el Papa. «Que cesen los designios de conquista y agresiones militares. Por eso repito: no a la guerra; no a la guerra».
El Papa Francisco enfatizó la necesidad de hablar de los migrantes como personas, «hombres, mujeres y niños», y no como números. La gente debe pensar en «los ojos de los niños que hemos visto en los campos de refugiados», lamentó el Papa.
Hay enfermedades que no se pueden curar, pero no hay niños que no se puedan cuidar
A propósito del trabajo del hospital Bambino Gesù, del que dijo «no puede resolver los problemas de todos los niños del mundo; sin embargo, quiere ser un signo, un testimonio de que es posible, a través de muchas luchas, aunar grandes investigaciones científicas orientadas a los niños y a la acogida gratuita de las personas necesitadas».
«En estos terribles meses marcados por la guerra, el hospital ha tratado a más de 2.000 pacientes jóvenes de Ucrania que huyeron de su país con sus padres y familiares», recordó el Papa Francisco.
El Papa afirmó que en el ámbito de la salud, «la primera y más concreta forma de caridad es la ciencia, la capacidad de curar, que sin embargo debe ser accesible a todos». Se refirió al hospital como un «signo concreto de caridad y misericordia de la Iglesia».
La responsabilidad
«Las dificultades son parte de la vida y la mejor manera de afrontarlas es buscar siempre el bien común: nunca solos, siempre juntos», dijo el Papa Francisco. «Las dificultades pueden sacar lo mejor o lo peor de nosotros. Ahí radica nuestro desafío: combatir el egoísmo, el narcisismo, la división, con generosidad y humildad: mejor unión que conflicto».
Clinton agradeció al Papa Francisco sus palabras «por decir algo que espero signifique algo para cada persona». Dijo que una de las cosas más difíciles en la vida pública es «convencer a cada persona de que tiene un papel que desempeñar».
«Creo que nos haces sentir a todos empoderados y tal vez ese sea tu mayor poder como Papa», afirmó el expresidente de EE.UU., Bill Clinton. «Que hagas que todos, incluso las personas que no son miembros de la Iglesia Católica Romana, sientan que tienen poder y, por lo tanto, que tienen responsabilidad», finalizó para despedirse del Papa Francisco.