Fundado en 1910

Líderes de distintas confesiones religiosas cristianas en la vigilia ecuménica ToguetherEFE

Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión

Empieza el Sínodo bajo la petición de silencio del Papa: «A Dios no le gustan las habladurías ni la confusión»

Francisco, como buen jesuita, ha puesto en marcha una estrategia destinada a rebajar el tono, y a cortar de raíz cualquier forma de polémica. La invitación a los padres sinodales es a no hacer ninguna declaración que pueda dar lugar a ambigüedades

La XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos se inaugura este miércoles, 4 de octubre, con una misa presidida por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro. Bajo el lema Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión, comienza un Sínodo más tranquilo y reservado que los demás para rebajar las tensiones y alejar la sombra de las divisiones internas. El Papa Francisco está cambiando su forma de comunicarse y relacionarse con los padres sinodales de cara a la delicada asamblea que se celebrará en el Vaticano del 4 al 29 de octubre.

Se discutirá sobre el celibato sacerdotal, el papel de la mujer, los abusos a menores y mucho más. Los quinientos participantes debatirán sobre los temas más candentes, y en estos casos lo que está en juego es muy alto e imprevisible. Por eso el Papa, como buen jesuita, ha puesto en marcha una estrategia destinada a rebajar el tono, y a cortar de raíz cualquier forma de polémica. La invitación a los padres sinodales es a no hacer declaraciones o comunicados de prensa que puedan dar lugar a ambigüedades durante los trabajos del Sínodo.

Los tres pilares de la asamblea

Es el momento de la confidencialidad, del discernimiento y de la responsabilidad. Tres pilares sobre los que avanzar los veinticinco exigentes días de asamblea. También por este motivo, el Vaticano está pensando en una comunicación seca y en encuentros claros pero esenciales con los periodistas, en línea con los numerosos llamamientos contra el cotilleo realizados por el Papa en los últimos años.

El silencio sinodal cayó oficialmente con la vigilia Together celebrada el sábado 30 de septiembre. Francisco quiso a los padres sinodales en la Plaza de San Pedro y les dijo dos cosas muy importantes. En primer lugar, invocó al Espíritu Santo, pidiéndole «el don de la escucha para los participantes en el Sínodo: escucha de Dios, hasta escuchar con él el grito del pueblo; escucha del pueblo, hasta respirar la voluntad a la que Dios nos llama». Y luego pidió que el Sínodo «sea kairós de fraternidad, lugar donde el Espíritu Santo purifique a la Iglesia de charlatanerías, ideologías y polarizaciones».

La misma tarde del 30 de septiembre, y hasta el 4 de octubre, el Pontífice ha querido que los miembros, delegados y enviados especiales a la XVI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos se reunieran en oración en Sacrofano, a pocos kilómetros de Roma. Un retiro espiritual de cuatro días, animado por las meditaciones del teólogo dominico Timothy Radcliffe. El objetivo era llevar a los participantes en el Sínodo a la escucha del Espíritu Santo, según ese método de escucha del Espíritu y discernimiento ignaciano tan querido por el Papa Francisco, que debería ser crucial en los trabajos.

Dudas antes del Sínodo

Durante las meditaciones, el padre Radcliffe dio un mensaje muy preciso a los presentes. Admitió que existe el miedo al cisma, pero también señaló que hay un miedo opuesto, porque «durante nuestro viaje sinodal, podemos preocuparnos de no haber conseguido nada».

El teólogo dominico propuso una solución a este doble y opuesto estado de ánimo. «Podemos estar divididos en esperanzas diferentes, pero si escuchamos al Señor y nos escuchamos mutuamente, buscando comprender su voluntad para su Iglesia y para el mundo, deberíamos estar unidos en una esperanza que trasciende nuestros desacuerdos». El discernimiento es una de las claves para encontrar la «casa común» de la Iglesia y generar ese sentimiento de «amistad» que puede ayudar en la búsqueda de una «verdad» unánime (o casi unánime) entre los Padres sinodales.

Mientras el Pontífice intentaba con estos pasos generar un ambiente más distendido, por otro lado llegó la dubia de cinco cardenales en pleno retiro pre-sinodal. Esta vez el Pontífice ha intentado no romper el equilibrio que está construyendo laboriosamente, con una respuesta en tiempo récord: en menos de 12 horas desde que se difundió el documento de los cardenales dubitativos, Francisco respondió punto por punto a las preguntas, desde los homosexuales al sacerdocio femenino, desde la sinodalidad al perdón. Con ello, evitó (al menos en parte) que la asamblea se molestara, por un lado, por las dubia y, por otro, por su silencio respecto a ellas, que podría haberse malinterpretado como una dificultad o una censura.

En el centro de la asamblea está el concepto de sinodalidad, entendido como un modo de vivir y trabajar de la Iglesia como Pueblo de Dios. Los participantes en el Sínodo deberán responder a algunas preguntas. ¿Cuál es la situación actual de la misión evangelizadora? ¿Cómo se puede mejorar? ¿Y con qué opciones? Será un debate amplio y sin censuras, y también por este motivo el Papa ha pedido a los padres sinodales más información sobre los temas tratados, que tocarán muchas cuestiones delicadas: desde el papel de la mujer en la Iglesia hasta el celibato sacerdotal; desde la dificultad de las vocaciones hasta los abusos sexuales.

Casi 500 participantes de todo el mundo

Este no es un Sínodo como los demás porque sigue un itinerario en diferentes etapas. Una primera etapa (octubre de 2021 - abril de 2022) se refería a las Iglesias diocesanas. La segunda etapa, que concluyó el 31 de marzo, tuvo un alcance continental. Ahora estamos en la etapa intercontinental, con representantes de la Iglesia en todo el mundo. Y después de esta fase, que finalizará el 29 de octubre, seguirá una segunda sesión de clausura, prevista para octubre de 2024.

Participan un total de 363 miembros con derecho a voto. Además de los representantes de las distintas Conferencias Episcopales del mundo (África 43, América 47, Asia 25, Europa 48, Oceanía 5) y de los delegados de las Iglesias orientales católicas (20), hay también 50 miembros por designación pontificia. De una lista de 140 personas propuestas por los organismos continentales, el Papa eligió a 70 no obispos (entre ellos cinco consagradas y cinco consagrados). Fueron seleccionados principalmente en virtud de su participación en diversas funciones en el proceso sinodal y son la mitad hombres y la otra mitad mujeres.

Hay 85 mujeres, 54 de las cuales tienen derecho a voto: dos de ellas figuran entre los Delegados Presidentes. El número de Delegados fraternos, que representan a otras Iglesias y comunidades eclesiales, asciende a 12. En el pasado eran ocho. En el pasado eran ocho. También ésta es una novedad que subraya la dimensión ecuménica que se quiere dar al acontecimiento.

Desde Mozambique llega la Secretaria de la Comisión de Información del Sínodo. Se trata de Sheila Leocadia Pires, periodista, del equipo de coordinación de la celebración de las Bodas de Oro del Comité Episcopal Panafricano para las Comunicaciones Sociales. Se unirá al Prefecto Paolo Ruffini, del Dicasterio para la Comunicación.

El relator general de este Sínodo es el cardenal Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo. El papel del relator general, nombrado directamente por el Papa, es importante porque es una especie de director de la asamblea. Introduce los trabajos, preside la preparación del texto que recoge los frutos de la Asamblea y relanza los trabajos para la segunda sesión prevista en 2024.

'Instrumentum laboris'

Los trabajos de la Asamblea se dividen en cinco segmentos, en cada uno de los cuales hay sesiones plenarias o Congregaciones Generales, y grupos de trabajo más reducidos (Círculos Menores). El punto de partida es el llamado Instrumentum laboris.

Este se concibe como un documento preparatorio al servicio de la asamblea sinodal. «No es un documento del Magisterio de la Iglesia, ni el informe de una encuesta sociológica; no ofrece la formulación de indicaciones operativas, metas y objetivos, ni la elaboración completa de una visión teológica». Sin embargo, abre cuestiones importantes que hay que abordar: la aceptación y acogida de las personas LGBT, el papel de las mujeres y la posibilidad de abrirles el diaconado, la posibilidad de sacerdotes casados.

Por último, una curiosidad sobre el Sínodo. Será coherente con uno de los principales aspectos del pontificado del Papa Francisco: la protección de la Creación. Por primera vez, se utilizarán tabletas para votar, descargar y leer documentos, con el fin de evitar el derroche de papel. La secretaría general del Sínodo ha promovido una iniciativa para compensar el CO2 producido durante los trabajos. En una nota, la secretaría explica que, gracias al apoyo de la Fundación SOS Planeta y a la contribución técnica de LifeGate, se está poniendo en marcha un proyecto en Nigeria y Kenia para difundir cocinas eficientes y tecnologías de purificación del agua entre familias, comunidades e instituciones. Las nuevas tecnologías reducirán significativamente el consumo de biomasa no renovable y combustibles fósiles para cocinar y hervir agua.