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Retrato de Isabel la Católica

El camino de Isabel la Católica hacia los altares se acorta: sigue adelante su causa de beatificación

A 520 años de la muerte de Isabel la Católica en 1504, la Iglesia Nacional Española en Roma albergó una Misa en acción de gracias el 26 de febrero, respaldando así el proceso de canonización

La Causa de Beatificación de Isabel I de Castilla, la Católica, iniciada en 1958 en la archidiócesis de Valladolid, España, ha experimentado avances significativos a lo largo de los años. A pesar de la densa leyenda negra que rodea la figura de Isabel la Católica, la idea de su beatificación surge de quienes han examinado fuentes documentales de la época. Su vida de fe, compromiso con Dios y el prójimo, austeridad, evangelización y defensa de los derechos humanos respaldan la causa.

A 520 años de la muerte de Isabel la Católica en 1504, la Iglesia Nacional Española en Roma albergó una Misa en acción de gracias el 26 de febrero, respaldando así el proceso de canonización.

El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, durante su visita al Vaticano, confirmó informalmente que la causa no está parada, aunque hubo dilataciones en las pesquisas. Argüello expresó su satisfacción y anunció su intención de impulsar la causa durante un encuentro presidido el 27 de febrero en Roma, organizado por el Instituto Español de Historia Eclesiástica.

La fase diocesana concluyó en 1972 y la positio histórica fue aprobada en 1990. Aunque oficialmente nunca se paralizó el proceso, el Vaticano ha guardado silencio sobre la causa durante muchos años. El expediente pasará a una comisión de teólogos antes de que el Papa Francisco tome la decisión final.

La Conferencia Episcopal Española ha solicitado en varias ocasiones la agilización de la causa, pero ha habido demoras por circunstancias no especificadas. La Comisión Teológica vaticana debe emitir un dictamen para declarar a Isabel como Venerable, paso previo a su consideración como Beata.

Argüello reconoció desafíos históricos pero destacó el encuentro y mestizaje como contribuciones positivas de la colonización española, según las pautas establecidas por Isabel en su testamento y codicilo. Los arzobispos de Valladolid y Granada respaldan la causa, y la Asociación Enraizados en Cristo y la Sociedad promueven la devoción a Isabel de Castilla como ejemplo de mujer, esposa, madre y política.

En el evento en Roma que recordó la memoria de la reina Isabel, participaron Francisco Juan Martínez Rojas del Instituto Español de Historia Eclesiástica, quien desarrolló el tema de los funerales romanos de Isabel la Católica; la profesora María Saavedra Inaraja de la Universidad San Pablo CEU, de Madrid, abordó la política indigenista de Isabel. Además, el Prof. Rodrigo Guerra López, Secretario de la Pontificia Comisión para América Latina, reflexionó sobre Isabel la Católica y la evangelización en el Nuevo Mundo.

Guerra López subrayó la importancia de encuadrar el descubrimiento del Nuevo Mundo y las decisiones de la Reina Isabel I de Castilla en el contexto de la teología política del tiempo, el regalismo, las decisiones del Papa Alejandro VI y la profunda crisis del clero católico a finales del siglo XV en toda Europa, y en especial, en España, y de la Reconquista.

Asimismo, exploró el tema de Isabel La Católica y la «modernidad católica», distinguiendo la modernidad española como «modernidad católica» que surge de un renacer de temáticas cristianas, especialmente agustinianas. Argumentó que esta modernidad está fundamentada en una apertura a la Razón infinita y a la gracia que acompaña las fuerzas naturales. Afirmó que Isabel la Católica no está sola en esta controversia, siendo parte fundamental de una realidad mucho mayor, que es Hispanoamérica y la evangelización del Nuevo Mundo.

En tercer lugar, el Secretario de la Pontificia Comisión para América Latina, analizó la necesidad de una aproximación contextual y narrativa, subrayando la importancia de considerar el contexto teológico, político y cultural de Isabel la Católica. Propuso una mirada contextual y narrativa para entender las decisiones de la Reina en el flujo histórico y las circunstancias de su tiempo. Explicó que el evangelio ayudó a constituir una suerte de teoría crítica de la sociedad, permitiendo la emergencia de figuras como Fray Toribio de Benavente, Vasco de Quiroga, Bartolomé de las Casas o Francisco de Vitoria, inaugurando así un nuevo capítulo en la historia humana con el arribo del discurso sobre los derechos humanos.

Por último, postuló una relación en la línea del tiempo entre Isabel la Católica (fallecida en 1504), las apariciones de María de Guadalupe (1531) y los santos del Nuevo Mundo, la mayoría misioneros. Destacó que estos hechos y santos de la primera hora de América acompañan como una comunidad sobrenatural a Isabel I de Castilla.

Enfatizó que la evangelización posibilitó una síntesis cultural y la emergencia de una teoría crítica de la sociedad en Hispanoamérica. Subrayó la importancia del papel de la Virgen de Guadalupe como fenómeno de fe catalizador de la reconciliación social y la evangelización inculturada, anunciando una forma de evangelización jamás imaginada por la corona: evangelización inculturada, con opción por los pobres, sinodal y misionera.

El Secretario de la Comisión para América Latina del Vaticano admitió que no sabe si la Reina Isabel La Católica será reconocida como santa, pero señaló la importancia de apreciar la influencia de la gracia y la Revelación cristiana en su vida, así como su compromiso reformador y misionero, como un desafío a aquellos que buscan reducir la fe cristiana a un fenómeno social explicado únicamente por el poder.

No obstante la espera, la Comisión de la causa se mantiene optimista y destaca la seriedad científica de la investigación. El proceso también ha contado con el respaldo de diversas personalidades y el envío de más de 22.000 cartas postulatorias desde distintas partes del mundo.