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El Papa Francisco en la audiencia de ayer con las 4 congregacionesVatican Media

El Papa Francisco invita a los religiosos a no seleccionar a las personas con «criterios mundanos»

El Pontífice subrayó la importancia de la caridad hacia los más sufrientes, no los logros académicos y los títulos

El Papa Francisco ha instado a los religiosos a ser compasivos y a no excluir a nadie, enfatizando que en el «examen final» de la vida cristiana, lo que contará serán los gestos de amor hacia los más necesitados. Esta exhortación la realizó ayer lunes, 12 de agosto, durante una audiencia con los participantes de los capítulos generales de cuatro congregaciones: las Hermanas Misioneras Dominicas de San Sixto, las Hermanas de la Compañía del Sagrado Corazón de Jesús, las Hermanas de la Presentación de María Santísima en el Templo y la Sociedad de las Divinas Vocaciones.

El Pontífice centró su mensaje en tres dimensiones clave: discernimiento, formación y caridad, subrayando la importancia de esta última. Advirtió que, al final de la vida, Dios no evaluará los logros académicos o profesionales, sino los actos de amor realizados a lo largo de la vida: «El Señor no nos preguntará '¿Qué has estudiado? ¿Cuántos títulos tienes?' (...) Por favor, no descarten a las personas, no seleccionen a las personas con criterios mundanos»

Asimismo, Francisco exhortó a rechazar la «cultura del descarte», que valora a las personas según su estatus o riqueza, y en su lugar, recibir y amar a todos sin distinción: «No descarten, sino reciban, abracen a todos, amen a todos». Recordó la importancia de mantener siempre presente el rostro de los pobres y fomentar en sus comunidades el amor desinteresado.

En cuanto al discernimiento y la formación, el Papa reconoció que es «un trabajo agotador» y que, ya sea en grandes elecciones o decisiones diarias, es un proceso de escucha atenta a Dios, a uno mismo y a los demás, que requiere paciencia, meditación y valentía. Este proceso es esencial no solo para los consagrados, sino para todos los fieles: «Nuestro mundo tiene tanta necesidad de redescubrir el gusto y la belleza de decidir, sobre todo respecto a las opciones definitivas, que determinan un giro decisivo en la vida, como la vocacional».