Francisco nombra delegado sinodal a Rolando Álvarez, obispo nicaragüense en el exilio
A diferencia del Sínodo de 2023, la sesión de octubre de 2024 no abordará temas como el acceso de las mujeres al diaconado, el celibato sacerdotal o la acogida a los homosexuales
El lunes 16 de septiembre se presentó en rueda de prensa la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar del 2 al 27 de octubre en Roma. Durante la presentación, el cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo, subrayó que el Sínodo es un tiempo de oración y que «el protagonista del Sínodo es el Espíritu Santo», como recordó el Papa Francisco en 2021.
Esta sesión del Sínodo comenzará con un retiro espiritual de dos días, seguido por una vigilia penitencial en la basílica de San Pedro el 1 de octubre, presidida por el Papa. En esta vigilia, se confesará públicamente una serie de pecados, como los abusos, la guerra, la indiferencia ante los migrantes y otros males que afectan a la Iglesia y la sociedad. El Papa, en nombre de todos los fieles, pedirá perdón a Dios y a la humanidad por estos pecados.
En un reciente nombramiento papal, el obispo Rolando Álvarez de Matagalpa, Nicaragua, ha sido destacado en el contexto del Sínodo sobre la Sinodalidad. Álvarez, conocido por su firme oposición al régimen de Daniel Ortega, fue condenado a 26 años de prisión en 2022 por conspiración, después de denunciar las violaciones de derechos humanos y la persecución contra la Iglesia en Nicaragua. Tras ser exiliado a Roma en enero de 2024, junto con otros sacerdotes, Álvarez ha continuado dirigiendo su diócesis desde el extranjero. La decisión del Papa Francisco de incluirlo en el Sínodo parece subrayar un apoyo a Álvarez y rechazar el acuerdo tácito que Ortega ha propuesto, que implica el cese de la persecución a cambio de nombramientos episcopales favorables al régimen.
Por otra parte, el 11 de octubre se llevará a cabo una oración ecuménica en la Plaza de los Protomártires, en el Vaticano, para conmemorar el inicio del Concilio Vaticano II. Además, el 21 de octubre se celebrará otra jornada de retiro espiritual, enfocada en el discernimiento del borrador del Documento Final. Una novedad de esta sesión serán los cuatro foros teológico-pastorales, abiertos tanto al público como a la prensa. Estos foros se realizarán los días 9 y 16 de octubre y abordarán temas clave como la sinodalidad, el papel del obispo y las relaciones entre las Iglesias locales y la universal.
«Avanzar en el camino Sinodal»
El cardenal Jean-Claude Hollerich informó que en la segunda sesión participarán 368 miembros con derecho a voto, incluyendo 272 investidos del munus episcopale, aquellos que han recibido el oficio o cargo episcopal, y 96 no obispos. También destacó la presencia de dos obispos de China, al igual que en la primera sesión. Los trabajos se desarrollarán en cinco módulos temáticos, utilizando el método de «conversación en el Espíritu» para fomentar el discernimiento y la reflexión.
Uno de los periodistas preguntó si temas como el acceso de las mujeres al ministerio ordenado o cuestiones morales, que no están incluidos en el Instrumentum Laboris, serían abordados en el Sínodo. Este texto base, diseñado para facilitar la oración, el diálogo y el discernimiento, no cubre estos temas. El cardenal Grech respondió que ya se han presentado peticiones sobre estos asuntos y que el Papa ha decidido confiar su tratamiento a personas específicas que puedan proponer soluciones para la Iglesia. Reafirmó que el objetivo del Sínodo es discernir «cómo ser una Iglesia sinodal en misión», y enfatizó que no se trata de dejar de lado estos temas, sino de avanzar en el camino sinodal.
El prefecto del dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, recordó la importancia de la confidencialidad para proteger el discernimiento libre de los participantes. Aunque la sesión tendrá menos plenarias que la anterior, habrá más momentos de reflexión y oración. Al finalizar la conferencia, el cardenal Hollerich expresó su deseo de ser recordado como un «servidor del Sínodo», mientras que Grech destacó los frutos ya visibles del proceso sinodal en las comunidades eclesiales.