El Papa pedirá perdón por los pecados cometidos por la Iglesia
En la vigilia que se celebrará el próximo 1 de octubre, antes del inicio del Sínodo, el Pontífice se centrará en reconocer y confesar pecados contra la paz, la creación, los pueblos indígenas o los migrantes
El Papa Francisco presidirá una vigilia penitencial el 1 de octubre en la basílica de San Pedro para pedir perdón por los pecados de la Iglesia. Este evento precederá el XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que comenzará al día siguiente, el 2 de octubre, y se extenderá hasta el 27 de octubre. La vigilia será abierta al público y contará con testimonios de víctimas de guerra, abusos y migraciones.
La vigilia se centrará en reconocer y confesar pecados contra la paz, la creación, los pueblos indígenas, los migrantes, las mujeres, las familias, los jóvenes y la pobreza. También se abordarán temas como los abusos, el uso indebido de la doctrina y la falta de sinodalidad, comunión y participación.
El cardenal Mario Grech ha explicado que el propósito de la vigilia no es solo denunciar los pecados ajenos, sino reconocer la responsabilidad compartida en el sufrimiento causado. Al finalizar, el Papa dirigirá una petición de perdón a Dios y a la humanidad.
Sínodo de la Sinodalidad
Una veintena de teólogos de todo el mundo redacta el documento para la cita final del Sínodo
De acuerdo con el documento proporcionado por la Secretaría General del Sínodo, «una Iglesia que quiere caminar juntos necesita siempre reconciliarse». En este contexto, se ha considerado que el perdón «constituye la realización fundamental de la Iglesia, porque sintetiza su naturaleza y su misión».
El Sínodo contará con la participación de 368 delegados, entre ellos dos obispos chinos. Una cuarta parte de los participantes no serán obispos, sino laicos, religiosos o sacerdotes. A diferencia del Sínodo de 2023, el Sínodo de octubre de 2024 no abordará temas como el acceso de las mujeres al diaconado, el celibato sacerdotal o la acogida a los homosexuales.
Estos temas quedan excluidos de la agenda del Sínodo y serán tratados por diez grupos de trabajo de expertos, con conclusiones esperadas para junio de 2025. La agenda del Sínodo de octubre incluirá foros abiertos al público, aunque las discusiones principales permanecerán confidenciales.