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Francisco rediseña la Iglesia: hoy creará 21 cardenales procedentes de 18 países

Con esta incorporación, el colegio cardenalicio estará compuesto por 141 cardenales de más de 90 países, quienes serán los encargados de elegir al próximo Papa

El Pontificado de Francisco ha estado marcado por múltiples hitos, pero algunos destacan especialmente. Su predilección por las periferias, su espíritu misionero inspirado en la tradición jesuita, el énfasis en una «Iglesia en salida» y su llamado a la universalidad promoviendo una cultura del encuentro son temas recurrentes en sus homilías, encuentros y acciones. Lo notable es que estos mensajes no solo están dirigidos a los millones de fieles católicos, sino que buscan aplicarse también a él mismo y a toda la Curia Romana.

Por ello, algunas decisiones del Papa, aunque puedan parecer aisladas, cobran sentido al observar el contexto que las rodea. Un ejemplo es lo que ocurre este sábado, 7 de diciembre: Francisco creará 21 nuevos cardenales, avanzando en su misión de reflejar la diversidad de la Iglesia universal. Este consistorio, el décimo de su pontificado, elevará el número de cardenales electores –aquellos con derecho a participar en un eventual cónclave– a 141, superando el límite tradicional de 120. Sin embargo, a lo largo de 2025, 13 cardenales cumplirán 80 años y perderán su derecho a voto, ajustando las cifras a 128.

Durante el consistorio cardenalicio del año pasado, el Papa enfatizó que el Colegio Cardenalicio debe asemejarse a una «orquesta sinfónica», donde cada miembro, desde diversos contextos culturales y geográficos, contribuye a «la sinfonía» de la Iglesia y a su unidad. Esta visión se refleja en la selección de los nuevos cardenales, que incluye cinco provenientes de Hispanoamérica (Brasil, Ecuador, Perú, Argentina y Chile), además de representantes de regiones tan diversas como Irán, Ucrania y otros países de Asia y Europa.

Dos renuncias: uno por extorsión, otro por vocación

Actualmente, el Colegio Cardenalicio cuenta con 232 miembros, de los cuales 120 tienen menos de 80 años y, por lo tanto, podrían votar en un hipotético cónclave para elegir al sucesor de Francisco. Entre los no electores figura Giovanni Angelo Becciu, quien renunció a sus derechos cardenalicios en 2020, tras ser acusado de malversación y abuso de funciones en una investigación relacionada con la compra de un lujoso edificio en Londres.

Con los nuevos nombramientos de este sábado, el Colegio Cardenalicio alcanzará los 253 miembros. La lista original de los 21 escogidos que toman hoy posesión del birrete sufrió una modificación hace apenas un mes cuando el indonesio Paskalis Bruno Syuku renunció al cargo, siendo reemplazado por Domenico Battaglia, arzobispo de Nápoles.

Según un comunicado del Vaticano, el pedido de Syukur se basa en su deseo de profundizar su vocación sacerdotal y fortalecer su servicio a la Iglesia y al pueblo de Dios. La declaración no ofreció detalles adicionales sobre su decisión. Así, Battaglia se suma a la lista de los cuatro prelados italianos que también serán creados cardenales, entre los que hay una novedad: el nuncio emérito Angelo Acerbi, quien tiene casi un siglo de edad.

A sus 99 años, Acerbi es el cardenal más veterano de esta nueva generación. Su historia es impactante; fue rehén durante seis semanas en Colombia, en 1979, durante la violencia de la guerrilla del Movimiento 19 de Abril (M-19). Durante su cautiverio, que se extendió por seis semanas, Acerbi incluso pudo llegar a celebrar misa.

España, el tercer país más representado

Entre los nuevos cardenales destacan figuras como el dominico Timothy Radcliffe, quién no cambiará sus vestiduras a rojo y seguirá llevando el hábito blanco, según afirmó en una entrevista para BBC, o Fabio Baggio, comprometido en el trabajo vaticano con migrantes. También está George Jacob Koovakad, un rostro habitual al lado del Papa en sus viajes internacionales, encargado de la logística de estos desplazamientos.

El perfil del Colegio Cardenalicio evoluciona y Francisco sigue dando prioridad a países y regiones con menos representación histórica en el cónclave, mostrando su compromiso con una Iglesia verdaderamente universal, «que sigue anunciando el amor misericordioso de Dios a todos los hombres de la tierra», explicó el Pontífice al anunciar este consistorio el pasado octubre.

En este contexto, España puede presumir de representación cardenalicia, siendo el tercer país con mayor número de purpurados. Son 13 los que forman el grupo ibérico y siete los que pueden votar: Antonio Cañizares, Juan José Omella, Carlos Osoro, Fernando Vérgez, José Cobo y Ángel Fernández Artime. Aunque hay más cardenales españoles, como Cristobal López (arzobipo de Rabat, Marruecos), el hecho de que sus actividades pastorales se desarrollen en otros países condiciona el no estar incluidos en este grupo.

Aunque el número de cardenales electores supera temporalmente el límite establecido, esta decisión estratégica del Papa Francisco subraya su intención de garantizar un colegio cardenalicio equilibrado y preparado para afrontar los retos futuros de la Iglesia. Su función principal, elegir al próximo pontífice, se complementa con la misión de asistir al Papa, tanto de manera colegial como individual, en el gobierno cotidiano de la Iglesia universal siempre que son convocados.

Cabe destacar que ocho de cada diez cardenales electores han sido nombrados por Francisco, lo que refleja su visión pastoral y el rumbo que desea imprimir al liderazgo de la Iglesia. Con este consistorio, queda en evidencia la intención del pontífice de fortalecer la diversidad y la universalidad en el seno del colegio cardenalicio, asegurando que esté en sintonía con las necesidades de la Iglesia en el mundo contemporáneo.