
Miembros de la Guardia Suiza del Vaticano marchan antes de la ceremonia de juramento de los nuevos reclutas
La Guardia Suiza, un ejército que desmonta rumores: «No es verdad que ensayáramos para el funeral del Papa»
La comunicación para el segundo ejército más pequeño del mundo es clave hoy en día: no solo sirve para su imagen, sino también para conseguir reclutas
La Guardia Suiza, encargada de proteger al Papa y mantener la seguridad en el Vaticano, ha sabido adaptarse a los tiempos de la era digital sin perder la esencia de su misión.
Eliah Cinotti, caporale, (un grado de suboficial), y responsable de comunicación de la Guardia, explica en un encuentro en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz cómo gestionan la delicada tarea de las redes sociales: se han convertido en una «arma de guerra» para el segundo ejército más pequeño del mundo, pero no de la manera en que se podría pensar.
«No solo llevamos uniformes y nos hacemos fotos con turistas», explica, «nos encargamos de la seguridad del Santo Padre». Y esa es la clave de su comunicación: transmitir no solo lo que hacen, sino el propósito real de su trabajo. Sin embargo hay una delgada línea entre ser visibles y estar sobreexpuestos.
En la era digital, donde las redes sociales y la información corren a la velocidad de un clic, la comunicación de la Guardia se ha convertido en una herramienta clave para mantener la confianza del público, garantizar la seguridad y, al mismo tiempo, proteger su intimidad.La delgada línea de las redes sociales
De hecho, a pesar de la popularidad de TikTok, la Guardia ha optado por mantenerse alejada de esa «espiral» de videos que no aportan contenido real o significativo. «No es nuestro campo de acción», asegura Cinotti, aludiendo a las razones de seguridad y al deseo de evitar la sobreexposición. Además, «desconocemos cómo tratan los datos», menciona.
Instagram, por otro lado, se presenta como una herramienta más adecuada, formal y directa para su comunicación, aunque con un enfoque medido. «Tenemos que encontrar el equilibrio», afirma Cinotti, refiriéndose a la necesidad de usar estas plataformas con moderación para no perder la conexión con el público ni la humanización que caracteriza su labor.
Lo que realmente distingue a la comunicación de la Guardia Suiza es la involucración de sus propios miembros. No son simples portavoces externos o agencias de relaciones públicas, sino que son los propios guardias los que están detrás de las cámaras, gestionando las redes y tomando las fotos.
Esto no es solo una cuestión de marketing; es una forma de conectar con el público desde la autenticidad, mostrando no solo sus uniformes sino también la seriedad y el compromiso que conlleva su trabajo. «La transparencia es clave en la comunicación institucional, si se mantiene como prioridad desde el principio, la relación con los periodistas cambia», recalca Cinotti, destacando la importancia de esta actitud en momentos de crisis o incertidumbre.
«Estábamos convencidos del que el Papa se recuperaría»
Un ejemplo claro de esta comunicación transparente se dio cuando el Papa Francisco fue ingresado en el hospital Gemelli debido a una infección respiratoria que derivó en una neumonía bilateral. Durante esos días, la Guardia se enfrentó a una ola de rumores y noticias falsas sobre su salud y las supuestas maniobras militares para su funeral. Pero Cinotti tenía claro que la prioridad era transmitir serenidad y dar un mensaje de tranquilidad, «convencidos de que el Papa se recuperaría».
A pesar de la gravedad del cuadro clínico del Pontífice, nunca se dejaron llevar por la alarma. No organizaron reuniones de crisis ni programas para escenarios hipotéticos sobre su funeral, como llegaron a señalar algunos medios, aunque los médicos del policlínico afirmaran en la primera rueda de prensa que el Papa «no estaba fuera de peligro».
«Obviamente no eran verdad los rumores, pero quisimos evitar hacer un comunicado para no tomar posición sobre información falsa», menciona Cinotti. En lugar de dar una comunicación oficial, optaron por desmentir cada rumor cuando los medios les llamaban, centrándose en ofrecer información clara y transparente, «sin nada que ocultar», enfatiza. «Como ejército del Papa también queríamos transmitir ese sentimiento de seguridad», añade.
La importancia de la comunicación en estos momentos es crucial, y no solo en términos de relaciones públicas. También tiene un aspecto funcional como método de reclutamiento. «Las redes sociales permiten contar en pocos segundos algo que de otra manera llevaría horas o días», asevera. Para Cinotti, esa capacidad de conectar rápidamente con el público es uno de los mayores logros de la comunicación institucional moderna.