La 'hipótesis de la abuela' y las zonas del cuerpo que debes mantener bien limpias
La piel tras las orejas y entre los dedos de los pies puede albergar microbios nocivos para la salud
Se sabe que el microbioma, o el conjunto de microbios que viven sobre y dentro del cuerpo humano, desempeña un papel en la salud humana y la piel no es diferente. Un nuevo estudio realizado por un equipo de la Universidad George Washington y publicado en la revista Frontiers in Microbiology ha demostrado que la composición del microbioma de la piel varía según las regiones secas, húmedas y grasas de la piel.
Para obtener una visión integrada de la diversidad espacial del bacterioma de la piel, el equipo de investigación del Instituto de Biología Computacional GW estudió durante cuatro años, desde 2019 a 2023, cinco regiones de la piel –ombligo, detrás de las orejas, entre los dedos de los pies, pantorrillas y antebrazos– con diferentes características fisiológicas –seca, húmeda y sebácea– en 129 adultos sanos.
Marcos Pérez-Losada, profesor asociado de bioestadística y bioinformática en la Escuela de Salud Pública del Instituto GW Milken, y su equipo estaban interesados en probar lo que llaman «la hipótesis de la abuela».
Keith Crandall, director del Instituto de Biología Computacional y profesor de bioestadística y bioinformática en GW, dice que su abuela siempre decía a los niños de su familia que «se frotaran detrás de las orejas, entre los dedos de los pies y en el ombligo». Crandall defendía que estos puntos calientes normalmente se lavan con menos frecuencia en comparación con la piel de los brazos o las piernas y, por lo tanto, pueden albergar diferentes tipos de bacterias.
Pero, ¿se mantendría la hipótesis de la abuela si se pusiera a prueba? Pérez-Losada y Crandall diseñaron un curso de genómica innovador y luego pusieron en marcha un equipo de estudiantes para ayudarlos a descubrirlo.
La tesis de la abuela
A los 129 estudiantes de posgrado y pregrado se les enseñó a recolectar sus propios datos, tomando muestras de ciertos puntos húmedos y aceitosos, detrás de las orejas, entre los dedos de los pies y en el ombligo. También recogieron muestras de áreas secas de control como las pantorrillas y los antebrazos.
Los investigadores descubrieron que los antebrazos y las pantorrillas, que a menudo se limpian más a fondo a la hora del baño, tenían una mayor diversidad y, por lo tanto, una colección de microbios potencialmente más saludable en comparación con las muestras tomadas en los puntos críticos.
Eccema o el acné
Cuando ciertos microbios problemáticos se apoderan del microbioma pueden desequilibrar la salud, dice Crandall. Si el microbioma se inclina a favor de los microbios perjudiciales, el resultado pueden ser enfermedades de la piel como el eccema o el acné, afirman los investigadores en un comunicado.
Los estudiantes probaron la hipótesis de la abuela y sus resultados sugirieron que los hábitos de limpieza pueden cambiar los microbios que viven en la piel y, en consecuencia, su estado de salud, dice Crandall.