Siete órganos sin los que se puede vivir sin problema, según Harvard
Son útiles para el organismo pero puede ser prescindibles
Hasta hace unos años las operaciones de amígdalas eran frecuentes en niños. Sin embargo, ahora solo se extirpan si los episodios de amigdalitis son tan frecuentes o graves que llegan a afectar a la salud general. Aunque este tipo de cirugías ya no se hacen de forma rutinaria deja en el aire una pregunta interesante: ¿por qué tenemos partes del cuerpo que se pueden extirpar y no pasa nada? Si no son necesarios, ¿por qué los humanos los tienen?
El profesor de Harvard Robert H. Shmerling explica que una teoría es que esos órganos y glándulas no esenciales alguna vez desempeñaron funciones importantes en la vida de nuestros ancestros evolutivos, pero ahora representan restos anatómicos. Por otro lado, hay órganos, como el útero femenino, sumamente útiles durante una etapa de la vida, pero luego se vuelven prescindibles. ¿Cuáles son estas partes del cuerpo?
El profesor Shmerling recoge en Harvard Health Publishing siete partes del cuerpo que se puede vivir sin ellas.
Apéndice
El apéndice, del tamaño de un dedo meñique, se encuentra ubicado cerca del punto de unión del intestino delgado y el colon y, en ocasiones, puede infectarse. Cuando se inflama aparece la apendicitis. Si bien puede desaparecer con un tratamiento con antibióticos, a menudo es necesaria una extirpación quirúrgica de emergencia.
Anginas
Las anginas están ubicadas en la parte posterior de la garganta, justo a los lados y detrás de la úvula, el trozo de tejido que cuelga encima de ellos. Son unos acúmulos de tejido linfoide que sirven como primera defensa y para la creación de anticuerpos en la puerta de entrada del aire y los alimentos sobre todo en niños pequeños.
Ahora, la extirpación de las amígdalas (amigdalectomía) solo se recomienda para personas con episodios repetidos de infecciones bacterianas de garganta, como faringitis estreptocócica, una afección común en los niños.
Adenoides
Las adenoides son un parche de tejido en la parte alta de la garganta, justo detrás de la nariz. Junto a las amígdalas son parte del sistema linfático que elimina las infecciones y mantiene equilibrados los fluidos corporales. Las adenoides y las amígdalas atrapan gérmenes que entran por la boca y la nariz.
Las adenoides también pueden inflamarse, infectarse e hincharse. Cuando se extirpan las amígdalas, las adenoides generalmente se extirpan al mismo tiempo.
Vesícula biliar
La vesícula biliar es un órgano pequeño, en forma de pera que está debajo del hígado. Su función es la de almacenar la bilis producida en el hígado y liberarla en el tracto digestivo cuando es necesario para ayudar a digerir los alimentos grasos. Una infección a la acumulación de bilis endurecida pueden inflamar la vesícula. En algunos casos, el reposo y los antibióticos pueden controlar la inflamación de la vesícula biliar, por lo que se puede retrasar o incluso evitar la extirpación.
Útero
El útero es un órgano vital del sistema reproductivo femenino situado en la pelvis de la mujer, entre la vejiga y el recto. Desempeña un papel crucial en el ciclo menstrual y en la reproducción. Su función principal es albergar y nutrir al feto en desarrollo durante el embarazo. Sin embargo, cuando el médico considera necesario, se puede extirpar sin perjudicar la salud de la mujer.
Glándula Timo
El timo es una pequeña glándula inmune y endocrina que está ubicada entre el corazón y el esternón, debajo de la glándula tiroides. En un feto o recién nacido, es bastante importante en el desarrollo y maduración del sistema inmunológico. Pero los adultos pueden vivir bien sin él. Si el timo se vuelve canceroso o si una persona desarrolla la afección autoinmune miastenia gravis se puede recomendar una cirugía para extirparla.
Bazo
Al igual que las adenoides y las amígdalas, el bazo está formado por tejido linfoide. Filtra la sangre, eliminando organismos infecciosos, células sanguíneas envejecidas y otras células anormales que viajan por el torrente sanguíneo. Pero, según explica el experto de Harvard, a veces el bazo se vuelve hiperactivo y comienza a eliminar células sanas.
Aunque los medicamentos pueden ayudar, puede ser necesaria la extirpación del bazo (esplenectomía). O, a veces, un traumatismo en el bazo, especialmente después de lesiones deportivas y accidentes automovilísticos, provoca una hemorragia interna, que puede provocar una esplenectomía.
Las personas que carecen de bazo son más propensas a ciertas infecciones, por lo que si la extirpación no es urgente, se recomiendan varias vacunas antes de la esplenectomía.