Agua con gas©GTRESONLINE

El agua con gas podría ser un aliado en la pérdida de peso

Un estudio concluye que aumenta la absorción y el metabolismo de la glucosa

El agua con gas es el gran aliado de aquellos que no quieren caer en la tentación de tomar un refresco pero que no desean renunciar a disfrutar de una bebida algo más sofisticada que el agua del grifo.

Al no aportar calorías ni azúcar añadido, el agua con gas ayuda a no ganar peso, pero ¿y si además, favorece la pérdida al aumentar la absorción y el metabolismo de la glucosa? Eso es lo que sugiere un nuevo estudio publicado en la revista BMJ Nutrition Prevention & Health.

Partiendo de la base que el agua con gas es saciante, ayuda a controlar el hambre, y supuestamente acelera la digestión y reduce los niveles de glucosa en sangre, se la ha considerado como una posible ayuda para adelgazar. Sin embargo, no está claro exactamente cómo el agua carbonatada podría reducir la glucosa en sangre o cómo esto podría contribuir al control del peso.

Para intentar averiguarlo, el autor del trabajo comparó el proceso de beber agua con gas con la hemodiálisis, mediante la cual se filtra la sangre (se dializa) para eliminar los desechos y el exceso de agua cuando los riñones ya no pueden hacerlo, basándose en investigaciones publicadas anteriormente.

Las observaciones clínicas durante la hemodiálisis muestran que los niveles de glucosa en sangre disminuyen a medida que la sangre pasa a través del dializador, a pesar de que inicialmente hay un nivel de glucosa más alto en la solución de dializado, añade.

Mínima reducción de glucosa

Si bien estos hallazgos sugieren que el agua con gas puede promover indirectamente la pérdida de peso al mejorar la absorción y el uso de glucosa en sangre, el contexto es clave, enfatiza el autor.

Durante una sesión típica de hemodiálisis de 4 horas fluyen alrededor de 48.000 ml de sangre a través del dializador, lo que da como resultado que se utilicen alrededor de 9,5 g de glucosa durante la sesión, explica.

«Dada esta mínima reducción de glucosa, el impacto del CO₂ en el agua carbonatada no es una solución independiente para la pérdida de peso. Una dieta equilibrada y la actividad física regular siguen siendo componentes cruciales para el control sostenible del peso», insiste.

Efectos sobre el sistema digestivo

«Además, beber agua carbonatada puede tener algunos efectos sobre el sistema digestivo, especialmente en personas con estómagos sensibles o con afecciones gastrointestinales preexistentes. Las principales preocupaciones incluyen hinchazón, gases y, en algunos casos, exacerbación de ciertos síntomas asociados con trastornos digestivos, como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad por reflujo gastroesofágico», señala.

«La moderación es clave para evitar las molestias y al mismo tiempo disfrutar de los posibles beneficios metabólicos del agua carbonatada», afirma.

Al comentar el análisis, el profesor Sumantra Ray, director ejecutivo del Instituto Global de Alimentos, Nutrición y Salud NNEdPro, copropietario de la revista, dijo: «Si bien existe un vínculo hipotético entre el agua carbonatada y el metabolismo de la glucosa, esto aún debe probarse en estudios de intervención humana bien diseñados» y añade: «Aunque este estudio se suma a la base de evidencia, no proporciona evidencia suficiente para hacer recomendaciones sobre el uso preventivo o terapéutico del agua carbonatada. Además, los posibles beneficios deben sopesarse frente a los posibles daños de las bebidas carbonatadas que pueden contener sodio, glucosa u otros aditivos».