Los hilos tensores faciales es una solución para rejuvenecer el rostroGTRES

Hilos tensores faciales: ¿qué son y por qué están de moda?

Son una innovadora solución para realzar la belleza y rejuvenecer la apariencia

Si hay una constante en la historia de la humanidad es la lucha contra el envejecimiento. Ya en el antiguo Egipto está documentado como hombres y mujeres como la reina Cleopatra solían usar aceites, leche, miel o Aloe Vera para cuidar de su estética. A lo largo de los años han surgido una amplia variedad de tratamientos cosméticos y estéticos en una búsqueda continua de la belleza y el rejuvenecimiento facial.

Entre las soluciones más recientes y prometedoras se encuentran los hilos tensores faciales, una técnica, que según los dermatólogos está ganando popularidad porque es mínimamente invasiva y revolucionaria, una excelente alternativa a otros procedimientos más invasores para prevenir, frenar y mejorar los primeros signos de flacidez.

Según la doctora Cristina de las Heras, especialista en Medicina Estética de Clínica Dermatológica Internacional (CDI) y del Hospital Ruber Internacional, los hilos tensores faciales son un procedimiento no quirúrgico que ofrece resultados duraderos sin los riesgos y la recuperación prolongada asociados con la cirugía.

Qué son los hilos tensores

La doctora en medicina y cirugía de ambos centros, explica que son finos hilos biocompatibles, degradables y reabsorbibles, generalmente hechos de ácido poliláctico o polidioxanona, que se insertan debajo de la piel mediante pequeñas incisiones. «Estos hilos actúan como soporte estructural para tensar y levantar la piel, proporcionando un efecto lifting instantáneo y restaurando la firmeza facial perdida debido al envejecimiento» apunta.

La dermatóloga añade que es un procedimiento indoloro, muy bien tolerado y nada molesto: «Cuando introducimos la cánula con el hilo lo que hacemos es levantar los tejidos que estaban descolgados, produciéndose un efecto de tensado, efecto lifting no quirúrgico», señala la doctora.

Por lo tanto, ayudan a combatir los signos visibles del envejecimiento al tensar y elevar la piel flácida y caída. «Este tratamiento es especialmente efectivo en áreas como las mejillas, el cuello y la mandíbula, donde se pueden lograr óptimos resultados sin la necesidad de una cirugía invasiva», subraya la doctora de las Heras.

«Al introducir los hilos en la piel, se estimula la generación de colágeno, una proteína clave para mantener la elasticidad y la firmeza cutánea. Este proceso de estimulación del colágeno mejora gradualmente la textura y la calidad de la piel. Los efectos son visibles inmediatamente después del procedimiento, ofreciendo un aspecto rejuvenecido y más firme», sostiene la especialista en un comunicado.

Es una excelente alternativa a otros procedimientos más invasores para prevenir, frenar y mejorar los primeros signos de flacidez.