Los beneficios para la salud de beber una cerveza al día
Como cada 4 de agosto más de 200 países celebran el Día Internacional de la Cerveza
La Dieta Mediterránea, donde abundan los alimentos con un alto contenido de minerales, vitaminas, polifenoles y fibra, así como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos o aceite de oliva virgen, es la preferida por los médicos para promover un patrón alimentario saludable y como base para prevenir enfermedades crónicas.
Dentro de esta dieta las bebidas fermentadas juegan un papel protagonista. Al igual que ocurre con otros alimentos fermentados, la cerveza puede aportar valores nutricionales valiosos y su bajo aporte calórico la hace una opción más dentro de la Dieta Mediterránea.
El Dr. Francisco Tinahones, director científico del instituto de investigación Ibima-Bionand, ha señalado que en el patrón de estilo de vida saludable se «contempla el consumo moderado de bebidas fermentadas, como la cerveza, siempre y cuando se acompañe de alimentos y que, por su contenido en polifenoles, puede tener efectos sobre la microbiota intestinal».
Por su parte, la Dra. Ascensión Marcos, directora del Grupo de Inmunonutrición del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN-CSIC), asegura que la cerveza posee algunos micronutrientes e ingredientes antioxidantes beneficiosos para la salud siempre y cuando su consumo se realice de manera responsable y acompañada de alimentos.
Sistema inmunológico
Existen evidencias científicas de que un consumo moderado de cerveza y dentro de un estilo de vida saludable podría aportar beneficios al sistema inmune, así como una aportación considerable de vitaminas y minerales como el silicio o ácido fólico.
Según el Foro para la Investigación de la Cerveza y Estilos de Vida (FICYE), la evidencia científica afirma que el consumo moderado de cerveza podría resultar en que seamos menos propensos a sufrir infecciones o en un incremento de nuestras capacidades antinflamatorias.
Además, los flavonoides, antioxidantes naturales presentes en la cerveza, han demostrado tener capacidades para contrarrestar de forma eficaz el crecimiento de tumores en combinación con agentes quimioterapéuticos.
Con respecto al sistema cardiovascular, otros estudios epidemiológicos anteriores ya respaldaban la idea de que un consumo moderado de cerveza, con una correcta alimentación y ejercicio, podría llegar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas debido a su contenido en fenoles, compuestos orgánicos con notables capacidades antioxidantes.
Otros estudios siguen apuntando hacia la idea de que un consumo de bajo a moderado de cerveza podría estar asociado a un menor riesgo de mortalidad, así como de sufrir una enfermedad cardiovascular. Esto sería así siempre y cuando mantengamos unos patrones de alimentación y de estilo de vida adecuados y sin caer en excesos, la medición y el contexto serían esenciales para determinar la utilidad y beneficios que puede tener la cerveza en nuestras vidas.
Por último, también se puede destacar algunas investigaciones que podrían indicar que un consumo moderado de cerveza podría ser determinante para disminuir uno de los factores de riesgo asociado a la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas debido a su contenido en silicio, que actúa como protector frente al aluminio, uno de los elementos neurotóxicos responsables de esta enfermedad.