¿Qué aceite se debe utilizar para cada plato?

Elegir el aceite ideal para cada plato es clave no solo para dar con el sabor que se espera sino también para obtener todos los beneficios para la salud de este oro líquido. Los expertos aseguran que como norma general el precio marcará la calidad del producto. En España los grandes protagonistas son los aceites de oliva y de girasol. De entre los primeros los vírgenes extra son los mejores, seguidos de los aceites de oliva vírgenes mientras que los aceites de oliva refinados son los menos saludables y tienen un sabor menos intenso.

Por otro lado el aceite de girasol, un aceite vegetal obtenido a partir de las semillas de la planta de girasol, puede ser una opción saludable para cocinar, siempre que se utilice con moderación y se evite el calentamiento excesivo. Su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados y vitamina E aporta beneficios para la salud cardiovascular y el sistema inmunológico.

Cocinar con oliva o girasol

El aceite de girasol y el aceite de oliva tienen diferentes perfiles nutricionales y sabores. Profesionales de Nutriciencia explican que aunque ambos son ricos en ácidos grasos insaturados, el aceite de oliva es más rico en ácido oleico (omega-9) y contiene compuestos antioxidantes únicos. El aceite de girasol puede utilizarse en lugar del aceite de oliva en algunas recetas, pero es importante tener en cuenta las diferencias en sabor y composición nutricional.

¿Usamos el aceite adecuado?

Todos sabemos que no es lo mismo hacer una mayonesa que un bizcocho y saber elegir el aceite será importante para el sabor final del producto.

Expertos de Frumen aseguran que para mayonesas o salsas, debemos elegir el aceite más suave posible, por ejemplo, la variedad de Hojiblanca para que no se aprecie casi el sabor del aceite, cediendo el protagonismo a otros ingredientes. También se puede usar este aceite para pescados azules como el salmón o el atún o para carpaccios de carne y pescado.

El aceite de girasol alto oleico también puede utilizarse para elaborar salsas y mayonesas por su ligero sabor.

Para pescados cocidos y mariscos lo mejor es escoger un aceite tipo Arbequina, un aceite suave, afrutado, con pequeños toques amargos, picantes y dulces. Si los pescados son al horno, un virgen extra manzanilla es siempre un acierto. El aceite Arbequina también marida muy bien con platos dulces que utilizan aceite en su preparación, como, por ejemplo, una ensalada de frutas o postres.

Si queremos cocinar carnes asadas de cordero, cochinillo o de pavo y para sopas frías como gazpachos o ajoblancos podemos usar la variedad Cornicabra, un tipo de aceite que gracias a sus aromas a hierba fresca y un ligero picor potencia el sabor de los platos.

En las ensaladas es importante utilizar un aceite con intenso sabor como el Picual, un aceite que potenciará el sabor de las ensaladas, así como el de embutidos y quesos.

Lo recomendable, al igual que en ensaladas, es utilizar un aceite de oliva variedad Picual, con cuerpo, potente y con presencia en el plato. Se puede utilizar tanto en fritos como en empanados y rebozados.

El aceite de girasol puede utilizarse como sustituto del aceite de palma o de la mantequilla en recetas de repostería, aportando una textura más ligera y menos grasa a los productos horneados.