Entre pesadilla y pesadilla: ¿duermes o estás despierto?
Los sueños pueden ser una ventana para comprender la calidad del sueño, según los expertos
El papel de los sueños fascina tanto a profesionales como a la población en general. Las posibles interpretaciones abundan en toda la sociedad, desde películas, televisión y libros. A pesar de ello, el papel de los sueños en nuestras vidas sigue siendo un misterio, nadie sabe por qué se sueña o por qué se tienen pesadillas. Si bien es cierto, los neurocientíficos están encontrando nuevas formas innovadoras de estudiar los sueños y cómo influyen en nuestra cognición.
Remington Mallett, de la Universidad de Montreal afirma: «Comprender cómo se generan los sueños y cuál podría ser su función (si la hay) es una de las mayores cuestiones abiertas de la ciencia en este momento» y añade en un comunicado: «Debido a que no sabemos mucho sobre los sueños, es difícil estimar su impacto total en nuestra vida de vigilia. Pero los resultados actuales sugieren que los sueños influyen en nuestras experiencias cuando estamos despiertos».
Los investigadores están encontrando, no solo enfoques novedosos para explorar los sueños y la arquitectura de los mismos, sino también formas de diseñar sueños para ayudar a las personas que padecen trastornos a la hora de dormir.
Percepciones versus realidad
La neurocientífica Claudia Picard-Deland postula que los sueños son una ventana para comprender la calidad del sueño. Ella y sus colegas de la Universidad de Montreal diseñaron estudios que despiertan a las personas que duermen muchas veces durante la noche para determinar cómo perciben los participantes su sueño.
«Los sueños no se estudian mucho en el contexto de la calidad del sueño. La atención se centra más a menudo en medidas objetivas como la actividad cerebral o la etapa del sueño, pero creo que debemos observar más de cerca la actividad de los sueños y su impacto en cómo percibimos el sueño». Para las personas que sufren de insomnio y trastornos relacionados, la percepción del sueño es una realidad, y sus sueños podrían ofrecer posibles formas de ayudar a moldear esas percepciones.
Percepción errónea del sueño
En su último estudio inédito, Picard-Deland y sus colegas despertaron a 20 personas que 'duermen bien' unas 12 veces durante la noche, lo que representa las cuatro etapas clásicas del sueño en tres momentos diferentes de la noche. En cada despertar, los investigadores preguntaban si habían estado despiertos o dormidos, qué tan profundamente dormían, qué era lo último que tenían en la mente y qué tan inmersos se sentían en sus sueños.
Descubrieron que la percepción errónea del sueño –sentirse despiertos incluso cuando los electrodos midieron que estaban dormidos– era común entre los participantes, especialmente en las primeras etapas de etapas de estar dormidos, sin sueños. Asimismo, descubrieron que cuando los participantes podían recordar sus sueños, percibían su sueño como más profundo. «Y cuando están más inmersos en sus sueños, se sienten más presentes físicamente o tienen sueños más vívidos, se despiertan sintiendo que su sueño fue más profundo en comparación con cuando no tienen actividad onírica o son ligeras», dice Picard-Deland.
Sorpresa de los investigadores
Los investigadores se sorprendieron al ver con qué frecuencia los participantes pensaban que habían estado despiertos cuando en realidad estaban durmiendo («insomnio paradójico») y en la fase más profunda y de ondas lentas del sueño. Este trabajo se basa en hallazgos anteriores similares y tiene implicaciones importantes sobre cómo los científicos entienden la arquitectura del sueño, así como para las personas que padecen insomnio.
Como alguien que ha experimentado insomnio toda su vida, Picard-Deland cree que es crucial que las personas se den cuenta de que pueden estar durmiendo más de lo que creen. «Me ayudó ver con mis propios ojos lo que sucedió frente a mí, que los participantes dormían pero todavía se sentían despiertos». Más allá de ese entendimiento, este trabajo podría tener aplicaciones futuras para la rehabilitación del sueño basada en sueños. Por ejemplo, a Picard-Deland le encantaría explorar si el entrenamiento de los sueños, como enseñar a las personas cómo experimentar sueños lúcidos más inmersivos, podría conducir a una mejor percepción de la calidad del sueño.
Sueños lúcidos
Los sueños lúcidos son una parte importante del trabajo de Saba Al-Youssef, cuyo equipo de la Universidad de la Sorbona aprovecha la capacidad de los soñadores lúcidos para utilizar los músculos faciales durante el sueño como una nueva herramienta para recopilar datos. «Los sueños son un mundo oculto al que no tenemos acceso directo», afirma. «Nos basamos principalmente en informes de sueños, sin importar el método de estudio que utilicemos. La capacidad de los soñadores lúcidos de comunicarse con nosotros en tiempo real nos da acceso lateral a los sueños, al menos sabiendo cuándo está sucediendo un evento específico».
En un nuevo estudio con investigadores de la Universidad Northwestern , Al-Youssef y sus colegas pretenden comprender mejor cómo actúa el cerebro durante los sueños en comparación con su comportamiento cuando está despierto. Cuando las personas están despiertas y cierran los ojos, el contenido visual desaparece y se producen señales eléctricas específicas. Por tanto, los investigadores se preguntaron qué sucede en el cerebro cuando alguien cierra los ojos durante un sueño. Esperan comprender mejor los correlatos neuronales de la percepción visual durante los sueños.
Los investigadores reclutaron participantes que incluían soñadores lúcidos con narcolepsia. En el transcurso de cinco siestas, los investigadores ordenaron a los participantes que cerraran y abrieran sus «ojos de ensueño» y lo indicaran olfateando una o dos veces. Luego pidieron a las personas con narcolepsia que informaran si tenían contenido visual en cada condición frunciendo el ceño o sonriendo.
«Sorprendentemente, hemos descubierto que cerrar los 'ojos de los sueños' no siempre va acompañado de una pérdida de visión, como ocurre cuando estamos despiertos», dice Al-Youssef. «Espero que este trabajo ayude a mostrar cómo el uso de sueños lúcidos puede ser útil para estudiar los sueños e incluso comprender su función».
Tanto el trabajo de Picard-Deland como el de Al-Youssef abren nuevas vías de investigación en la manipulación de los sueños a través de nuevas tecnologías y con beneficios clínicos inmediatos. «Es necesario manipular los sueños para realizar una buena experimentación, y es necesario manipular los sueños para reducir las pesadillas», dice Al-Youssef quien añade: «Las pesadillas son increíblemente frustrantes para una variedad de poblaciones clínicas y existe una gran necesidad de enfoques para reducirlas. Comprender cómo se forman los sueños y cómo cambiarlos ya está allanando el camino para protocolos eficientes de reducción de las pesadillas».