Las personas que tomaron desayunos más dulces, tuvieron mayor subida de glucosa en sangre

Cómo controlar los picos de glucosa en sangre

En los últimos años, se ha visto un aumento en las enfermedades metabólicas

Según cifras de la OMS, una de cada ocho personas en el mundo son obesas mientras que la diabetes tipo II afecta aproximadamente a 422 millones de personas en el mundo y el 25 % de la población adulta padece síndrome metabólico. En estas patologías, cobra especial importancia el control de los picos de glucosa. ¿Qué son los picos de glucosa? Los expertos lo definen como los aumentos rápidos y elevados de azúcar en sangre después de comer, especialmente aquellos alimentos ricos en carbohidratos y azúcares.

Los nutricionistas explican que cuando se consumen estos alimentos, el sistema digestivo los descompone en glucosa, que pasa al torrente sanguíneo, provocando un aumento en sus niveles. El páncreas responde rápidamente, segregando insulina, una hormona que ayuda a las células del cuerpo a absorber la glucosa y usarla como energía. Estos picos van seguidos normalmente de descensos abruptos, lo que lleva a una montaña rusa de los niveles de glucosa en el cuerpo, que puede desencadenar alteraciones metabólicas.

Controlar la glucosa

Controlar los picos de glucosa no solo ayuda a sentirse mejor cada día, sino que también pueden prevenir problemas serios de salud. Esto se puede conseguir a través de una dieta equilibrada, optando por carbohidratos complejos, como productos integrales, legumbres y verduras ricas en fibra, que ralentiza la absorción. Las proteínas y grasas saludables son clave para contribuir a la saciedad.

La actividad física es esencial. Va a mejorar la sensibilidad de las células a la insulina, ayudando a mantener estables los niveles de glucosa. Lo ideal es incorporar una variedad de ejercicios, tanto aeróbicos como de fuerza para conseguir los beneficios óptimos.

Control del peso

Los niveles de glucosa en sangre afectan de forma directa en el control del peso a través de diferentes mecanismos, que se encargan de controlar cómo el cuerpo procesa y almacena energía, regulando también el apetito.

La insulina es la hormona que se libera desde el páncreas en respuesta a un aumento en los niveles de glucosa en sangre, y ayuda a las células a internalizar la glucosa para transformarla en energía. Aparte de esta función, también tiene un papel clave en la activación del almacenamiento de energía en forma de grasa cuando está en exceso. Esto afecta también a cómo el cuerpo hace uso de la energía.

La glucosa es la fuente de energía preferida de nuestro cuerpo, por lo que cuando se producen picos altos y recurrentes de glucosa, el metabolismo de grasas disminuye, contribuyendo a su acumulación y al aumento de peso.

Las señales de hambre y saciedad son clave además para evitar picar entre horas. Una pregunta recurrente es porqué a pesar de haber comido, una persona vuelve a tener hambre poco tiempo después. La respuesta a esta pregunta se encuentra en los picos de glucosa. Tras la subida repentina, viene la bajada brusca de los niveles de glucosa, que es una señal para el cuerpo de que falta energía, provocando esa sensación de hambre prematura.

Los cuatro pilares

El control de los picos de glucosa puede ser una gran estrategia para el control del peso y mejorar la salud metabólica. Para ello, nos podemos apoyar en cuatro pilares: la dieta, el ejercicio, el descanso y la suplementación.

alimentación equilibrada

Se debe llevar una alimentación equilibrada, evitando carbohidratos refinados y eligiendo en su lugar carbohidratos integrales, legumbres y verduras, con alto contenido en fibra, que ralentiza la absorción. Se debe combinar con proteínas y grasas saludables, que contribuyen al efecto saciante del alimento.

Ejercicio

El ejercicio es clave para mantener un buen estado de salud, y especialmente si el objetivo es perder peso. El deporte ayuda a mantener los niveles de glucosa estables, y a utilizar fuentes de energía alternativas, como la grasa.

Descanso

Un buen descanso ayuda a regular las hormonas que controlan el apetito y el metabolismo. La falta de sueño puede alterar la leptina, hormona que disminuye el apetito y tiende a disminuir con la falta de sueño, y la grelina, hormona que produce hambre y tiende a aumentar cuando nos falta sueño. Esto puede llevar a un aumento del apetito y, por tanto, una mayor ingesta de alimentos.

suplementación

En algunos casos la suplementación ayuda a controlar los picos de glucosa, evitando que se absorba en exceso en el intestino. Uno de los últimos suplementos presentado en el mercado es el de Longevitas, R-Glucose que ayuda así a evitar la montaña rusa que sufren los niveles de glucosa en sangre y que es responsable de numerosas complicaciones asociadas con la diabetes y otras enfermedades metabólicas, incluyendo problemas cardiovasculares, daño renal.

Además, presenta una acción antioxidante y antiinflamatoria, gracias a otros de sus componentes como la canela o la naringenina, ayudando en la protección de las células contra el daño oxidativo. Según el Dr. Ángel Durántez: «En pacientes sanos o con prediabetes, los picos de glucosa tras las comidas son el factor que más contribuye a empeorar su control glucémico».

Este suplemento supone, además, una alternativa natural y segura, gracias a su composición, que ayuda a estabilizar los niveles de glucosa en sangre de forma eficiente, contribuyendo a la prevención de complicaciones, y al control de peso y, como comenta el Dr. Ángel Durántez quién afirma que «anticiparse y mejorar su glucemia sin esperar a dar el salto a niveles de prediabetes es sin duda, de gran valor.»

La fórmula avanzada de R-Glucose incluye compuestos bioactivos como la naringenina, el extracto de canela o el extracto de alcachofa, ingredientes que no solo ayudan a regular la glucosa, sino que también proporcionan beneficios antioxidantes y antiinflamatorios mejorando el bienestar general.