La cafeína frena la sensación de somnolencia
Qué hacer para que el café no te quite el sueño
La cafeína actúa bloqueando los receptores que promueven el sueño en el cerebro
Son muchos los que no pueden empezar el día sin una taza de café, una bebida que estimula el sistema nervioso central y las funciones cerebrales, reduce la sensación de fatiga, el cansancio y acelerar el metabolismo. El Dr. Rashad Ramkissoon, médico del Houston Methodist, explica que «la cafeína actúa bloqueando los receptores que promueven el sueño en el cerebro, llamados receptores de adenosina» y añade: «Puede hacer esto porque, estructuralmente, la cafeína se parece mucho a la adenosina, la molécula que normalmente se une a estos receptores».
Una de las funciones de la adenosina es regular el ciclo de sueño/vigilia. Sus niveles en el cerebro fluctúan: son bastante bajos cuando al despertar y aumentan lentamente a lo largo del día siempre y cuando la cafeína no bloquee los receptores de adenosina. Cuando esto sucede, las vías que promueven el sueño no se activan. Pero ¿qué pueden hacer loa amantes del café si quieres tomarse una taza entrada la tarde y aún así conciliar el sueño al acostarse?
La experta en sueño Theresa Schnorbach proporciona cinco consejos útiles para evitar posibles efectos negativos a la hora de irse a la cama.
La cafeína es un diurético, lo que significa que puede aumentar la producción de orina y provocar deshidratación contribuyendo, así, a la mala calidad del sueño. Para contrarrestar esto, la experta recomienda beber mucha agua durante todo el día.
El consumo de café con alimentos puede ayudar a ralentizar la absorción de cafeína en el torrente sanguíneo, reduciendo los efectos estimulantes de la cafeína. Tratar de combinar el café con una merienda saludable ayuda a minimizar el impacto en el descanso.
Además, el café frío contiene menos acidez y cafeína que el caliente. Esto puede hacer que sea una gran alternativa para aquellos que son sensibles a la cafeína o tienen más dificultad para dormir.
Es recomendable que la última taza de café no pase las cinco o seis de la tarde. Si bien los efectos de la cafeína comienzan tras 30 a 40 minutos después de tomar el café, pueden durar hasta unas 6 horas. De esta forma le daremos tiempo al cuerpo a digerir la bebida y que la cafeína no repercuta negativamente en nuestro descanso.
