¿Cómo es posible que las cebollas contagien la bacteria E. coli como pasó en los McDonald's?

El pasado mes de octubre al menos 90 personas se vieron afectadas por un brote de intoxicación alimentaria por E. coli en diferentes McDonald’s de EE.UU. Días después, las autoridades estadounidenses señalaron a las cebollas cortadas en rodajas de sus hamburguesas como la fuente del problema.

Los expertos afirman que, aunque normalmente la E. coli está en la carne de vacuno cruda y sus derivados poco cocinados así como en la leche cruda y los productos lácteos elaborados con leche sin pasterizar, las frutas y verduras consumidas en crudo sin lavar y desinfectar previamente también pueden ser un foco de E. coli, una bacteria que se encuentra en el tracto gastrointestinal tanto de mamíferos como seres humanos y forma parte de la flora bacteriana normal. Sin embargo, algunas cepas de E. coli, denominadas E. coli patogénico, pueden causar enfermedades y provocar infecciones graves en las personas a través del consumo de alimentos contaminados por éstas.

¿Cómo se contaminan las cebollas?

En los cultivos y huertos la bacteria puede venir en las semillas empleadas o contaminarse el suelo o las plantas por manejo inadecuado de estiércol o por el agua de riego. Esto es, las cebollas se pueden contaminar por contacto directo o indirecto con las heces o con agua contaminada por éstas, como puede ser a través del estiércol y de las aguas residuales utilizadas para abonar y regar las hortalizas, frutas y verduras.

Medidas de prevención

En un documento, expertos de la Comunidad de Madrid explican que en los cultivos las medidas de prevención y control en la cadena alimentaria deben ser:

• En los vegetales crudos y en las semillas germinadas la clave fundamental es el control de las aguas de riego. Por ello se evitará cualquier uso indebido de aguas contaminadas durante su crecimiento o germinado, como sucede en el caso concreto de los brotes procedentes de semillas
• Reducir la supervivencia y crecimiento de la población de E. coli en los cultivos, adoptando buenas prácticas agrícolas, que incluyan:
• Reducir del uso de fertilizantes nitrogenados
• Aplicar únicamente estiércol tratado o bien procesado con una mayor relación carbono/nitrógeno
• Aplicar compost
• Asegurarse de que las semillas no están contaminadas antes de plantarlas
• Fomentar una mejor higiene animal y humana sobre el terreno