Ayuno intermitente

Cómo hacer el ayuno 16:8, la alimentación que, según la ciencia, ayuda a levantarse con energía

La nutrición circadiana es una intervención prometedora en el estilo de vida para combatir la fatiga

La fatiga es cada vez más frecuente en las sociedades industrializadas, lo que pone de relieve la necesidad urgente de intervenciones clínicas y de estilo de vida eficaces. Los profesionales sanitarios afirman que se manifiesta como una reducción de la resistencia y la fuerza muscular y una sensación persistente de agotamiento, a menudo asociada a alteraciones del ritmo circadiano.

A pesar de su impacto generalizado, los científico aseguran que los mecanismos moleculares que subyacen a la fatiga siguen siendo poco conocidos. Estudios recientes han descubierto las bases moleculares que determinan la variación diurna de la resistencia muscular y han identificado intervenciones nutricionales circadianas que mitigan las disfunciones musculares y cognitivas en roedores.

En particular, un estudio dirigido por el Dr. Min-Dian Li, médico del Departamento de Medicina Cardiovascular del Hospital del Suroeste, China, ha concluido que la alimentación restringida en el tiempo ha demostrado una eficacia significativa para reducir la fatiga por sus efectos tanto en el cerebro como en los tejidos musculares. Por tanto, la nutrición circadiana es una intervención prometedora en el estilo de vida para combatir la fatiga.

Ayuno intermitente 16:8

La alimentación restringida en el tiempo (TRF, por sus siglas en inglés) implica limitar la ingesta diaria de alimentos a una ventana específica, creando un ciclo intermitente de alimentación-ayuno. La evidencia emergente indica que la alimentación restringida en la fase activa/noche (NRF, por sus siglas en inglés), similar al ayuno intermitente 16:8 en humanos, alinea el ciclo de alimentación-ayuno con el reloj circadiano, previniendo enfermedades metabólicas inducidas por la dieta en ratones.

Este tipo de ayuno aumenta la resistencia muscular en ratones alimentados con dieta obesogénica a lo largo de su vida en ambos sexos. Además, la alimentación restringida en la fase día/sueño (DRF, por sus siglas en inglés), similar al ayuno de Ramadán en humanos, aumenta la resistencia muscular en ratones delgados a lo largo del ciclo día/noche. Un estudio reciente demuestra que alimentación restringida en el tiempo restaura la fuerza de las miofibras en ratones viejos a través de acciones coordinadas del cerebro y los relojes musculares.

Hasta la fecha, los ensayos clínicos sobre enfermedades metabólicas han identificado de manera sólida la nutrición circadiana como una intervención segura y de fácil adopción en el estilo de vida. Es prometedor que una comprensión detallada de la biología circadiana de la fatiga a nivel molecular pueda abordar los desafíos sociales y económicos que plantea la fatiga.

Cómo hacer el ayuno 16:8

El ayuno intermitente 16:8 consta de un primer ciclo de 16 horas en el cual no se ingieren alimentos y que incluye el descanso nocturno, seguido por una ventana de alimentación de ocho horas. Normalmente la última comida del día terminará a las 8 de la tarde, lo que implica cenar temprano, y la primera comida del día sería a las 12 del mediodía.
Los nutricionistas aconsejan que a lo largo de la ventana de alimentación de ocho horas, hacer, al menos, tres comidas: un desayuno a las 12 de la mañana, seguido de un almuerzo a las 14h y la cena a las 20 h.
En esta pauta prima la calidad de la alimentación, con frutas, verduras, pescado, huevos, carne y lácteos, de modo que no se puede pasar de estar en ayuno a comer de todo y en cantidad.
En todo momento permite consumir líquidos bajos en calorías como agua, infusiones, caldos o café que ayuda a disminuir la sensación de hambre.