La diferencia entre consumo preferente y fecha de caducidadCreative Commons

Alimentos en verano  Qué diferencia hay entre la fecha de caducidad y la de consumo preferencial y qué se puede comer 'caducado'

¿Cuáles son los alimentos que nunca debes consumir pasada la fecha?, o ¿qué productos podrás tomar pasada la fecha de consumo preferente?

Quien más y quien menos se ha comido en alguna ocasión un yogur o una lata de conserva sin hacer mucho caso a la fecha que aparece en su tapa, sin embargo, aún son muchos los que deciden tirar a la basura ese producto que supera la fecha marca en su etiquetado.

Para evitar este desperdicio, hace años que la normativa cambió para que ciertos productos mostraran en su etiquetado una fecha de consumo preferente en sustitución de la fecha de caducidad.

Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) la fecha de caducidad indica la seguridad de los alimentos. Se trata de una indicación de consumo del producto antes de una fecha concreta, tras la cual ese alimento ya no será seguro y podría causar problemas de salud. Estas fechas se muestran en alimentos frescos y altamente perecederos, como carnes, pescados, leche pasteurizada (aquella que se conserva en las neveras de los supermercados) o algunos tipos de platos preparados frescos, como sushi, que no deben consumirse nunca pasada la fecha porque hay riesgo de que tengan bacterias patógenas.

En estos casos, si no se va a consumir el producto antes de la fecha de caducidad, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aconseja congelar el producto siempre que se pueda.

Productos que se pueden consumir

La fecha de consumo preferencial está relacionada con la calidad de los alimentos. Mientras se hayan seguido las instrucciones de almacenamiento, el alimento podrá consumirse con seguridad incluso después del plazo de consumo preferente, pero es posible que no tenga el mismo sabor o textura. Después de la fecha indicada, no se garantiza que el alimento conserve sus propiedades organolépticas originales, pero no causará problemas de salud. De modo que no es estrictamente necesario desechar estos alimentos tras pasar la fecha de consumo preferente indicada.

En el caso del yogur, por ejemplo, el Real Decreto de marzo de 2013 cambió la obligación de mostrar en su etiquetado una fecha de caducidad (28 días desde su elaboración) por una de consumo preferente que fija libremente el fabricante en función de las características de su producto (su método de elaboración, envase, etc.). Lo mismo ocurre con la leche esterilizada o UHT, (mayoritaria en el mercado) que indicará la fecha de consumo preferente, en lugar de la fecha de caducidad.

Productos de consumo preferente

  • Yogures
  • Pan de molde
  • Patatas fritas y frutos secos
  • Bollos y galletas
  • Refrescos y alcohol
  • Pastas arroces y legumbres
  • Mermelada y mantequilla
  • Embutidos y quesos curados
  • Sopas y salsas de tomate
  • Envases de tomate (Fuente: OCU)

La pregunta es, ¿hasta cuándo puedo consumir un producto pasada la fecha de consumo preferente? Dependerá de la duración de vida del producto. Según la OCU, «si un alimento tiene una vida de dos o tres semanas desde que se envasa, podemos consumirlo pasado unos días, pero no tres meses después. Mientras que un producto como una conserva con 5 años de caducidad puede aguantar perfectamente tres meses o incluso seis meses después de la fecha y se puede consumir. En un producto que dura tres meses, aunque pasen 15 días, no suele pasar nada».

Alimentos exentos

Hay una serie de alimentos exentos de llevar ninguna fecha, entre los que figuran las frutas y hortalizas frescas, vinos, bebidas con graduación alcohólica superior al 10 %, productos de panadería y bollería que se consumen en 24 h, vinagre, sal, azúcar sólido, productos de confitería y chicles. Los alimentos congelados tienen que llevar la fecha de congelación.

Aquellos alimentos que requieren condiciones de conservación especiales lo tienen que llevar indicado en la etiqueta. Si es preciso, deben indicar las condiciones de conservación o la fecha límite de consumo una vez abierto el envase.