Cafeína
Cuánto tiempo tengo que dejar de beber café para que la cafeína vuelva a hacer efecto
Si tu tolerancia a la cafeína ha rebasado ciertos límites y da igual cuántas tazas de café tomes al día, existen soluciones
El café se ha convertido en una bebida imprescindible para muchas personas. Hay quien asegura que, sin esa primera taza, no puede comenzar el día con energía. En un mundo en el que vamos a todos lados corriendo y tenemos poco tiempo para descansar, la cafeína de este líquido puede darnos ese pequeño 'chute' que necesitamos para lograr aquello que queremos conseguir en nuestro día.
Sin embargo, el problema viene cuando esa taza mañanera se convierten en varias tazas a lo largo del día y, poco a poco, tu tolerancia a la cafeína rebasa tanto los límites que da igual cuánto café tomes al día: seguirás igual de dormido que cuando te levantaste.
Entonces, ¿nunca más voy a poder volver a utilizar el café como bebida estimulante? Aunque puedes tardar un tiempo, es posible 'desengancharse' del café y restablecer la tolerancia habitual a la cafeína de este líquido oscuro.
El descanso y los cambios de rutina, la clave
La cafeína puede unirse al receptor de la adenosina, un compuesto que influye en el sueño al provocar somnolencia. Al tomar tu café, las moléculas de cafeína se unen a los receptores cerebrales que utilizaría la adenosina, lo que pone el cuerpo en modo vigilancia.
Con el tiempo, el cerebro emitirá más receptores de adenosina para compensar, por lo que, para conseguir los mismos efectos que antes, serán necesarias más dosis de café en el cuerpo, hasta que llegue un punto en el que la persona se vuelve inmune a sus efectos.
Para reestablecer la tolerancia a la cafeína lo mejor es el descanso de esta bebida. Para ello podemos optar por ir disminuyendo la ingesta de forma progresiva, o abandonar de forma abrupta el café durante un tiempo, lo que puede provocar cierto síndrome de abstinencia algo desagradable.
Así, si optas por la segunda opción, según señala el investigador Joseph Rivera en The Clut, podrías sentir irritabilidad, dolor de cabeza y algo de niebla mental. «Cuando tomas cafeína, se contraen los vasos sanguíneos. Por eso, muchas veces, cuando no la tomas, los vasos se relajan y crean una presión en el cerebro». Eso sí, en ocho días podrías reestablecer esa tolerancia a la cafeína y volver a sentir los efectos de una taza de café.
Los especialistas suelen recomendar ir poco a poco y reducir las dosis a la mitad cada dos días. Por ejemplo, si tomamos cuatro cafés al día, podríamos bajarlo a dos el lunes y a uno el miércoles para, el fin de semana, no beber café y no experimentar efectos secundarios muy molestos.
Con todo, la tolerancia a la cafeína puede volver a desarrollarse por lo que, para que no volvamos a hacernos adictos al café, es bueno cambiar nuestras rutinas, beber café a horas que no estamos tan acostumbrados o no hacerlo durante un día, disminuyendo las dosis y, en definitiva, tomar café de forma más ocasional.